10/02/2017

[Nota de Prensa] Los ingenieros agrónomos piden prudencia y planificación para abordar el brote de Xylella fastidiosa detectado en Baleares

· «La enfermedad ha venido para quedarse y hemos de aprender a convivir con ella, como llevan 60 años haciendo en Estados Unidos»

· Piden que se deje en manos de ingenieros agrónomos especialistas la estrategia para evitar su propagación

· Puede convertirse en un problema económico si no se afronta con rigor y profesionalidad

Valencia, 7 de febrero de 2017.- El Colegio de Ingenieros Agrónomos de Levante (cuyo ámbito territorial comprende a la Comunitat Valenciana e Illes Balears) pide «cordura, tranquilidad y prudencia» ante la detección de la bacteria Xylella fastidiosa en casi un centenar de especies vegetales ubicadas en Illes Balears, concretamente en Mallorca e Ibiza. Esta bacteria afecta a una gran variedad de hospedantes de nuestro medio agrario, atacando especialmente a ejemplares débiles, pudiendo llegar a secar y matar el árbol.

Según fuentes del colegio, tanto el Govern Balear como el Ministerio, actuando de forma coordinada, han dispuesto una serie de severas medidas de contención en las islas, entre las que destaca la prohibición de libre circulación de material vegetal potencialmente hospedante de la bacteria entre las islas y la península, además de la lógica eliminación de todo el material infectado. Medidas todas ellas planificadas de forma coherente con el protocolo establecido por las autoridades comunitarias. Por lo que respecta a la Comunitat Valenciana, además de contar con el IVIA, laboratorio nacional de referencia, la Conselleria está desarrollando lo previsto en el plan de contingencia, con las actuaciones de prospección, detección y vigilancia, también de forma coordinada con el resto de CCAA y Ministerio, información de la que es conocedor el propio colegio por formar parte de la Mesa de Sanidad Vegetal.

Afecta a más de 300 especies vegetales y su virulencia depende de la subespecie

Desde el COIAL han recordado que la especie Xylella fastidiosa tiene un gran número de subespecies que afectan de forma diferente a las más de 300 especies vegetales potencialmente hospedantes y se transmite con la ayuda de una importante diversidad de insectos vectores. Por ello el Colegio muestra su cautela y prudencia a la hora de aventurar las medidas a adoptar, “estamos ante un problema de sanidad vegetal y no nos queda otra que atender las recomendaciones y planteamientos de la comisión de ingenieros agrónomos expertos creada para abordar el problema” destaca el Decano, Baldomero Segura.

Las experiencias con la Xylella fastidiosa en Estados Unidos, donde la bacteria lleva instalada 60 años, como en Italia, donde las primeras infecciones se estima produjeron en 1992 aunque la detección se remonta a 2013, aportan valiosa información y experiencia para establecer medidas y proponer actuaciones a los expertos de la citada comisión. Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que la “agresividad” de la enfermedad depende de la supespecie de la que se trate y viene, normalmente, asociada a la coexistencia con otros problemas agronómicos, como el estrés hídrico, ataques previos de otras plagas o enfermedades, abandono del cultivo, plantaciones muy viejas.

Grupos de trabajo estables y dotados para trabajar en el medio-largo plazo

El colegio hace especial énfasis en trasladar un mensaje de “serenidad” ante el problema y los efectos de la Xylella, reclamando “prudencia” en el tratamiento de la información, ya que posiciones alarmistas o sensacionalistas pueden dañar al sector más que los efectos de la propia enfermedad.

Por último desde el colegio marcan un horizonte de “medio-largo” plazo para empezar a obtener resultados que minimicen el impacto de esta enfermedad y destacan la importancia de que las administraciones competentes cuenten, por una parte, con equipos estables de ingenieros agrónomos y dotados para poder desarrollar medidas efectivas de contención y, por otra, con suficientes recursos para los investigadores (públicos y privados) que trabajan en los tratamientos para su control. Al respecto el Decano, Baldomero Segura, apunta que “desde el colegio vamos a seguir muy de cerca la dotación de recursos que hacen las administraciones, y si entendemos que resultan insuficientes, tenemos la obligación, por el bien del sector, de denunciarlo y reclamarlos”.

Por eso, desde el COIAL prefieren no mirar hacia otro lado y destacar la experiencia atesorada: «Hemos de aprender a convivir con la esta bacteria oportunista tal como lo hemos hecho con otras plagas y enfermedades como la “tristeza”». En todas ellas, la constancia, el trabajo planificado y la especialización de los ingenieros agrónomos que trabajan en su control han resultado cruciales.