AlgaEnergy lidera la revolución de las microalgas con la primera biomasa certificada en Europa
En un contexto global en el que la demanda de soluciones agrícolas sostenibles y eficientes no deja de crecer, la biotecnología aplicada a las microalgas se ha convertido en una de las grandes apuestas para el futuro del sector. Entre las empresas que están marcando la diferencia en este campo destaca AlgaEnergy, una compañía española que ha logrado un hito sin precedentes: convertirse en la primera empresa europea en certificar la conformidad de su biomasa de microalgas como Categoría Material Componente (CMC) bajo el reglamento de Fertilizantes de la Unión Europea (Reglamento UE (2019/1009).
Para entender la magnitud de este avance, hemos hablado con Estefanía Hinarejos, ingeniera agrónoma colegiada en el COIAL y directora de Regulación y Desarrollo de Producto de AlgaEnergy, quien lidera un equipo multidisciplinar especializado en biotecnología aplicada. Hinarejos nos ha explicado en detalle en qué consiste esta biomasa, cómo se produce, qué ventajas ofrece y por qué supone un antes y un después en el sector.
Resultado final de un proceso altamente tecnológico
Lo primero que hay que entender es qué es exactamente esta biomasa y en qué se diferencia de otros productos que ya existen en el mercado. «No hablamos de un medio de cultivo ni de un soporte, sino del resultado final de un proceso altamente tecnológico», aclara Hinarejos. «Es un concentrado obtenido tras seleccionar cepas específicas de microalgas, multiplicarlas bajo condiciones controladas en un régimen de monocultivo y combinarlas posteriormente en un proceso que nos permite obtener un material con propiedades únicas».
A diferencia de otros procesos más simples o menos controlados, las fortalezas de AlgaEnergy le permiten optar por una estrategia diferente. «Nosotros no trabajamos solo con una especie, sino que utilizamos combinaciones de varias microalgas que son únicas –algunas desconocidas a nivel general–, en función de la aplicación que se busca. Esto nos permite cubrir un espectro más amplio de soluciones y garantizar un portafolio de productos más versátil y eficaz», explica la ingeniera agrónoma.
Fabricación en fotobiorreactores: la clave de la pureza y la calidad
Uno de los aspectos que diferencian a AlgaEnergy es su versatilidad respecto a los métodos de producción: para esta biomasa, utilizan fotobiorreactores cerrados, una tecnología que permite controlar las condiciones de crecimiento de las microalgas.
«Nuestros científicos empezaron a cultivar microalgas hace décadas. Nosotros sabemos cultivar las microalgas difíciles de cultivar, utilizando fotobiorreactores cerrados, donde podemos supervisar todos los parámetros: luz, temperatura, nutrientes y condiciones ambientales. Esto nos permite garantizar una homogeneidad en la pureza y en la calidad, imposibles de alcanzar con otros métodos».
Esta aproximación no solo asegura un producto libre de contaminantes, sino que además ha sido determinante para obtener un certificado de “marcado CE” o con validez en todos los países de la Unión Europea. «El reglamento europeo exige garantías estrictas en cuanto a composición y seguridad. Nuestro proceso nos permite cumplir con estos requisitos y, además, diferenciarnos al no contener cianobacterias, que están expresamente excluidas en dicha categoría del Reglamento», añade.
Certificación de marcado CE: un pasaporte hacia la innovación
La obtención de la certificación o examen de tipo, por organismo notificado de la UE (UE-type examination) no es un logro menor. Se trata de un reconocimiento que avala la seguridad y eficacia de la biomasa de AlgaEnergy, abriendo las puertas a su uso en una amplia gama de aplicaciones agrícolas. «Este sello de calidad nos permite desarrollar nuevos productos con total garantía, especialmente en el ámbito de las enmiendas de suelo, los bioestimulantes y otras fórmulas innovadoras para la agricultura», enfatiza Hinarejos.
Pero ¿qué implica exactamente esta certificación? Básicamente, que la biomasa cumple con los requisitos del Reglamento, cumple con los más altos estándares de calidad (entre otros, está libre de sustancias no deseadas como metales pesados o contaminantes microbianos), y está reconocida a nivel de la Unión Europea y no solo en ámbito nacional. «No es solo una cuestión de cumplir con la normativa; es una garantía para los agricultores y para el mercado de que están utilizando un producto seguro y eficaz en algo tan relevante como la cadena alimentaria «, subraya la experta.
Componentes y sinergias: el poder de las combinaciones inteligentes
Uno de los aspectos más interesantes de esta biomasa es su capacidad para combinarse con otros microorganismos y potenciar sus efectos. «Las microalgas tienen propiedades increíbles por sí solas, aunque combinan bien con otros insumos tanto biológicos como químicos. Cuando las mezclas con otros organismos beneficiosos, como micorrizas, los resultados pueden ser espectaculares», explica Hinarejos.
AlgaEnergy ha dedicado años a estudiar estas sinergias para identificar qué combinaciones funcionan mejor para cada aplicación. «No se trata de juntar sustancias y organismos al azar; hay que entender cómo interactúan entre sí”, detalla.
Investigaciones como éstas han permitido a la empresa desarrollar productos cada vez más eficientes, capaces de mejorar la absorción de nutrientes, aumentar la resistencia de las plantas al estrés ambiental o incluso estimular su crecimiento de forma natural. «El potencial es enorme, y estamos solo empezando a explorarlo», afirma Hinarejos.
Aplicaciones presentes y futuras: hacia una agricultura más sostenible
La biomasa certificada por AlgaEnergy no es solo un logro técnico; es también una herramienta con un gran potencial para transformar la agricultura. En la actualidad, la empresa ya comercializa varios productos basados en sus tecnologías de producción y bioconversión de microalgas, pero sus planes no terminan ahí. «Estamos trabajando en nuevas líneas de productos que permitirán ampliar aún más nuestras aplicaciones», adelanta Hinarejos.
Uno de los objetivos a medio plazo es seguir explorando las posibilidades de esta biomasa en combinación con otros compuestos naturales. «Queremos seguir investigando sinergias con microorganismos beneficiosos y otros ingredientes activos para ofrecer soluciones cada vez más completas y adaptadas a las necesidades reales de los agricultores», anticipa.
Además, el hecho de contar con una biomasa certificada facilita la expansión internacional de la compañía. «Este reconocimiento a nivel europeo no solo valida nuestro trabajo, sino que también nos abre puertas en mercados donde la regulación es muy exigente», señala.
El papel clave de los ingenieros agrónomos en la innovación agrícola
El éxito de AlgaEnergy no sería posible sin el trabajo de profesionales como Estefanía Hinarejos, cuya formación como ingeniera agrónoma ha sido clave en el desarrollo de estos avances. «La agronomía es una disciplina fundamental para impulsar la innovación en el sector agrícola. Nos permite entender las necesidades reales del campo y desarrollar soluciones técnicas que realmente funcionen», reflexiona.
«Estamos ante un momento emocionante», concluye Hinarejos. «Las microalgas tienen un potencial enorme, y con herramientas como nuestra biomasa certificada, podemos ayudar a construir una agricultura más productiva, más sostenible y preparada para el futuro».