COIAL [CV+IB]05/12/2025

Explorando nuevos caminos en la agrivoltaica: ¿Es viable introducir paneles en cultivos de cítricos?

El desafío es complejo: ¿puede un cultivo emblemático de nuestra comunidad como el cítrico convivir con una instalación fotovoltaica sin perder productividad ni calidad? En torno a esa pregunta trabajan Zulema Sousa, ingeniera agrónoma doctoranda, y César González Pavón, doctor ingeniero agrónomo, ambos colegiados del COIAL e integrantes del equipo investigador de la Cátedra Agrivoltaica de la UPV, adscrita a la ETSIAMN.

De hecho, César, junto con Santiago Guillem-Picó, también doctor ingeniero agrónomo, dirige la tesis de Zulema, Análisis de las interacciones de instalaciones agrivoltaicas sobre cultivos instaurados de cítricos. Y su objetivo es claro: generar datos fiables que permitan tomar decisiones realistas para el futuro del campo valenciano. Hemos hablado con Zulema y con César para conocer los detalles de este atractivo proyecto piloto.

Una planta piloto sobre mandarinos en plena producción

La experiencia se desarrolla en una finca de Llíria dedicada al cultivo de mandarinos Tango Gold, propiedad de Agro Cycle Life, una empresa volcada en la agricultura 4.0. “Sobre una superficie de aproximadamente 500 m2 hemos instalado tres bloques experimentales: una estructura fija, otra móvil con seguidor y una zona de control sin placas”, explica Sousa, que trabaja en Emin Energy, empresa vinculada a la cátedra. “Hemos hecho una fila con estructura fija, otra con estructura móvil con seguidor y otra en la zona control, y hemos instalado placas bifaciales con una capacidad total de 30 kW”.

La investigadora detalla que el estudio monitorizará variables microclimáticas del suelo, temperatura, humedad, viento y producción eléctrica, además del comportamiento agronómico de los árboles. El objetivo es claro: evaluar si ambas producciones pueden coexistir sin que una comprometa a la otra.

El reto científico: medir sin prejuicios

La agrivoltaica aplicada a cultivos leñosos es un territorio prácticamente inexplorado. La mayor parte de las referencias existentes proceden de hortícolas o viñedo, donde las estructuras pueden ser más bajas. Por eso este proyecto es especialmente relevante para el sector citrícola valenciano.

“Queremos ver cómo afectan los distintos tipos de paneles y, sobre todo, si hay impacto en la producción”, explica César González Pavón, que es profesor asociado en el Departamento de Física Aplicada de la UPV y además trabaja en GOTA, empresa que ofrece soluciones tecnológicas de riego. “Vamos a orientarlo al rendimiento en kilos y a la calidad de la fruta, y también comprobaremos si las aplicaciones fitosanitarias son compatibles con la instalación, porque algunos tratamientos podrían afectar a los paneles o reducir su eficiencia”.

González subraya que la clave “no es si hay algún efecto, sino si este es significativo en términos agronómicos y económicos. El proyecto también evaluará el comportamiento energético, el mantenimiento, las posibles incidencias y el impacto del sombreo en cada zona”.

Diseñar instalaciones pensando primero en el cultivo

Zulema insiste en que el diseño es determinante para lograr un equilibrio real. “El secreto está en diseñar la instalación adaptándola exactamente al cultivo, al terreno y al clima. Si se hace así, ya estás minimizando daños. Muchas veces a los agricultores se les propone sustituir el cultivo por otro porque las estructuras altas encarecen los costes. Y eso acaba desplazando cultivos tradicionales que deberían mantenerse”.

El equipo investigador ha tenido muy en cuenta la operatividad diaria de la finca. En este caso, los tratamientos se aplican con dron, y la estructura móvil con seguidor permite colocar las placas en vertical para evitar interferencias. Es uno de los ejemplos de cómo la ingeniería puede adaptarse a las necesidades de un cultivo leñoso sin forzar transformaciones improductivas.

Entre la sombra y el calor: hipótesis que habrá que confirmar

Una de las grandes incógnitas es determinar si la sombra proyectada por las placas puede beneficiar a los mandarinos en los periodos de mayor estrés térmico. Sousa recuerda que algunos estudios apuntan a que la variedad Tango puede tolerar —incluso agradecer— cierta protección en verano. “Queremos comprobar si puede generarse una sinergia positiva. Y también ver si el manejo agronómico se complica o no, porque de ello dependerá que una instalación agrivoltaica sea viable para un agricultor real”.

Por su parte, González advierte que el parámetro crítico será la calidad comercial. “Más que los kilos, lo determinante será el calibre y el comportamiento de la fruta. Si los calibres disminuyen o pierde valor en el mercado, la instalación no tendría sentido para la explotación”. La interacción entre sombreo, crecimiento vegetativo, balance hídrico y comportamiento del árbol será clave para determinar si la agrivoltaica aporta ventajas o genera limitaciones.

Una tecnología prometedora, pero aún con incertidumbres

González es claro al definir el estado actual de la agrivoltaica: “Es una tecnología que está todavía en una fase muy temprana. Hay dudas razonables sobre su viabilidad y lo que estamos haciendo es comprobar si realmente puede funcionar en cítricos”.

Este proyecto permitirá aportar datos sobre procesos reales y no extrapolados de otros cultivos. También ayudará a valorar aspectos como el mantenimiento de las estructuras, el comportamiento de los paneles en un entorno agrícola y el equilibrio entre producción energética y agronómica.

Sousa, desde la vertiente agronómica, recuerda que muchas decisiones actuales “responden más al atractivo económico de la energía que al análisis técnico de los cultivos”. La cátedra quiere cambiar eso: entender primero el comportamiento del árbol para decidir después si la instalación tiene sentido.

Costes, modelos de gestión y realismo agronómico

Uno de los elementos que más preocupa al sector es el coste de las estructuras elevadas necesarias para evitar interferir con los árboles. Esta inversión condiciona la viabilidad de cualquier instalación. González apunta a un posible modelo futuro: “Si algún día se hace una instalación comercial, quien esté interesado en explotar la parte energética asumirá los costes, y el propietario de la parcela recibirá un alquiler o compensación”.

La investigación permitirá aclarar si la generación de energía puede compensar parte de las posibles mermas agronómicas. Pero la premisa es clara: sin rentabilidad para el agricultor, no habrá agrivoltaica viable en cítricos.

Ni Zulema ni César prometen resultados inmediatos, y ambos coinciden en que la investigación agronómica requiere tiempo. “En menos de dos años no pueden obtenerse conclusiones sólidas”, afirma González. “Incluso en cultivos de ciclo anual necesitas al menos un par de campañas. En un leñoso como el cítrico, la prudencia es imprescindible”. La planta piloto se concibe, por tanto, como una infraestructura estable que acompañará varias campañas y permitirá evaluar tendencias reales, no efectos puntuales.

Un proyecto impulsado desde la colaboración

La iniciativa forma parte del convenio de la Cátedra Agrivoltaica, en la que participan EMIN ENERGY, Fundación Elecnor, VAO Sistemas, GSFI Energía, Gestión y Administración Técnica Agraria y la Comunidad de Regantes de Llíria. Emin Energy ha desarrollado la ingeniería y el diseño de la instalación, construida por Ruano, y Agro Cycle Life aporta la finca en plena producción donde se desarrolla el experimento.

La colaboración entre universidad, empresas y sector agrario es uno de los elementos más valiosos del proyecto: genera conocimiento propio adaptado a las condiciones agronómicas reales y al clima mediterráneo.