Ponencia del COIAL sobre la RC del asesor fitosanitario en el II Encuentro Nacional de Asesores de Phytoma
Por segundo año consecutivo, nuestro secretario técnico, Pepe Carbonell, ha participado como ponente invitado en el Congreso de Asesores de PHYTOMA, una cita que se ha consolidado como uno de los principales puntos de encuentro del asesoramiento fitosanitario en España. El II Encuentro Nacional de Asesores, celebrado en València, ha reunido a cerca de medio millar de profesionales para debatir sobre los retos técnicos, normativos y profesionales a los que se enfrenta el sector en un contexto de creciente exigencia y complejidad.
El congreso, organizado por PHYTOMA con la colaboración de la Conselleria de Agricultura, ha abordado cuestiones clave relacionadas con la sanidad vegetal, la gestión integrada de plagas, la sostenibilidad de los sistemas productivos y el papel estratégico del asesor en la cadena agroalimentaria. A lo largo de las distintas sesiones se ha puesto de manifiesto cómo la evolución normativa, la mayor precisión tecnológica y el aumento de los controles están redefiniendo el ejercicio del asesoramiento, situándolo en el centro de la toma de decisiones técnicas y de la asunción de responsabilidades profesionales.
El cambio de escenario normativo y técnico está generando una nueva siniestralidad
En este contexto, la intervención de Pepe Carbonell se centra en la responsabilidad civil del asesor fitosanitario y en cómo el cambio de escenario normativo y técnico está generando una nueva siniestralidad. En su presentación explicaba que el asesoramiento fitosanitario “es hoy una actividad plenamente profesionalizada, sometida a un entramado normativo denso y a soluciones tecnológicas cada vez más sofisticadas e interrelacionadas, lo que convierte al asesor en un auténtico centro de imputación de riesgos”. Según nuestro secretario técnico, “a medida que se eleva el estándar técnico y aumenta la capacidad de identificar el origen de los daños, la frontera entre el error aceptable y la reclamación se vuelve más nítida, lo que incrementa la exposición a conflictos y exigencias de responsabilidad”.
A partir de ahí, Carbonell defendía la necesidad de construir, de forma consciente y colectiva, “la lex artis del asesor fitosanitario, entendida como el conjunto de criterios que definen qué habría hecho un profesional diligente en una situación concreta”. Esa lex artis no surge de la improvisación, sino de consensuar, sistematizar y protocolizar el trabajo, integrando herramientas tecnológicas avanzadas, estableciendo estándares de calidad, fomentando la revisión entre pares, cooperando con todos los agentes implicados y apoyándose en una ética profesional sólida y en la formación continua. En este proceso, el seguro de responsabilidad civil profesional deja de ser un mero requisito defensivo para convertirse en una pieza estructural del ejercicio profesional.
Sin una lex artis clara no hay profesión en sentido pleno
En este sentido, el secretario técnico del COIAL subraya que sin un seguro de responsabilidad civil adecuado “no puede existir una lex artis defendible, y sin una lex artis clara no hay profesión en sentido pleno. Un buen seguro debe ser específico para el asesoramiento fitosanitario, describir correctamente la actividad cubierta, contar con límites acordes al riesgo real, ofrecer retroactividad suficiente y evitar exclusiones incompatibles con la práctica profesional”. A todo ello se suma el papel de la colegiación, no solo como obligación formal, sino “como parte esencial de la organización profesional: identificación de los profesionales habilitados, exigencia de actualización permanente, códigos de conducta y control de la calidad del trabajo”.