Un San Isidro con gran asistencia, mucho apoyo institucional y networking de altos vuelos en Baleares

La delegación balear del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Levante (COIAL) celebró el pasado viernes su comida de San Isidro en un ambiente de compañerismo, reivindicación y nuevas oportunidades. Sesenta personas, entre colegiados e invitados, se reunieron en un acto que según Felip Gelabert, delegado del COIAL en las islas, “fue un éxito total, con una participación altísima y un ambiente muy emotivo”.

De los 139 colegiados de la delegación, repartidos en 4 islas, 52 asistieron al encuentro, una cifra que demuestra el fuerte vínculo de los ingenieros agrónomos con su Colegio. “Es un orgullo ver cómo cada año somos más los que nos sentimos parte activa del COIAL”, señala Gelabert. El acto contó con una destacada presencia institucional: hasta cuatro altos cargos del Govern Balear acompañaron a los agrónomos en la celebración, incluyendo al conseller de Agricultura, nuestro compañero, Joan Simonet y a los directores generales de Agricultura, Calidad Alimentaria e Industria.

Oportunidad para tejer alianzas

Más allá del componente festivo, la comida de San Isidro se convirtió en una oportunidad para tejer alianzas. “Conseguimos que los responsables políticos se comprometieran a colaborar con nosotros en iniciativas muy importantes, como un convenio con el FOGAIBA —el Fondo de Garantía Agraria y Pesquera— para mejorar la interlocución entre administración y el colegio”, destaca Gelabert. También hubo acercamientos con otros colectivos profesionales, como el Colegio de Ingeniería Industrial de Balears, con quienes se está trabajando en una propuesta para vincular los trabajos de fin de máster con necesidades reales del tejido empresarial balear.

El delegado compartió unas palabras con los asistentes durante el encuentro. Habló del buen momento que vive el Colegio en Baleares, con una tendencia positiva de incorporaciones y una gran actividad, pero también expuso algunas preocupaciones. “Estamos sin oficina en Palma desde hace meses. El edificio tiene problemas estructurales y está apuntalado por dentro. No podemos utilizarlo y estamos pendientes de una demanda para resolver esta situación”, explicó. Aun así, la delegación continúa funcionando con normalidad gracias al empuje de sus responsables y a la implicación de los colegiados.

 

Mensaje a los ingenieros agrónomos de la administración pública

Gelabert también quiso lanzar un mensaje a los ingenieros agrónomos que trabajan en la administración pública y todavía no se han colegiado. “A veces no son conscientes de que el colegio también trabaja para ellos. Les animamos a unirse, porque cuantos más seamos, más fuerza tendremos para defender nuestros intereses como colectivo”, apuntó.

La incorporación de nuevos colegiados, aunque algo retrasada respecto a la finalización de los estudios, sigue siendo constante. “Aquí muchos se apuntan dos o tres años después de acabar la carrera. No coincide con el primer proyecto como antes, porque ahora muchos trabajan para empresas que ya tienen firmantes. La estrategia, dice, está en “dar visibilidad a lo que hacemos, sobre todo dentro de la administración, donde hay muchos agrónomos que, al ver nuestro trabajo, acaban convencidos de que estar colegiado merece la pena”, detalla Gelabert.

“Estamos muy contentos. Por el apoyo institucional, por la respuesta de los compañeros y por las posibilidades que se abren”, concluye Gelabert. “San Isidro es mucho más que una comida: es un símbolo de lo que somos y de todo lo que podemos aportar».

 

 

GALERÍA_ SAN ISIDRO IB 2025