20/03/2020

Hablan los ingenieros agrónomos: el funcionamiento del sistema agroalimentario está garantizado

Nutrición vegetal, fitosanitarios, comunidades de regantes. Producción vegetal y animal. Industria de acondicionamiento y transformación, junto con logística y distribución. Todos los eslabones de la cadena alimentaria están funcionando a pleno rendimiento a pesar del estado de alerta que, recordemos, no afecta a las mercaderías. Hemos querido pulsar la opinión de los compañeros que trabajan sobre el terreno para asegurar la normal distribución de alimentos a la población. Ellos son los héroes cotidianos que velan por el correcto funcionamiento el sistema agroalimentario.

En momentos de crisis como el que estamos viviendo es fundamental redoblar los esfuerzos, cada uno en nuestro sector, para minimizar el impacto de la pandemia. En el caso del sistema agroalimentario, la prioridad es mantenerse completamente operativos para asegurar el suministro de alimentos a la población. Algo que se está consiguiendo gracias al esfuerzo de muchos profesionales, que bajo una presión enorme están consiguiendo que el suministro de alimentos a la población esté asegurado. Alimentos de calidad y en cantidad suficiente para abastecer sin problemas a toda la población TODOS LOS DÍAS.

En este reportaje, los colegios de ingenieros agrónomos de Levante y de la Región de Murcia quieren lanzar un mensaje de tranquilidad a la población en cuanto a la seguridad y robustez de nuestro sistema de alimentación.

El decano del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Levante, Baldomero Segura, ha hecho un llamamiento a la calma: “Nuestro sistema de producción y distribución de alimentos sigue funcionando a pleno rendimiento, no hay motivos para la alarma ni para la acumulación indiscriminada de víveres. Debemos consumir con normalidad puesto que el suministro está garantizado”.

Por su parte, el decano del Colegio de Ingenieros Agrónomos de la Región de Murcia enfatiza la importancia de mantener un sistema alimentario tecnificado, vivo, activo y bien engranado: “Es en estos momentos cuando se aprecia el esfuerzo inversor y de modernización que han hecho las empresas y las administraciones. Disponer de las infraestructuras de las que disponemos ha sido vital para que la pandemia sea solo un problema sanitario y no una crisis mayor”.

Ambos decanos quieren mostrar el mayor de los reconocimientos a todos los trabajadores de este sistema, cuyo fallo hubiese supuesto un problema social de insondables consecuencias.

Para ilustrar esta realidad, desde el COIAL y el COIARM hemos recabado información de algunos de nuestros profesionales. Sabemos que hay muchos más, todos repartidos por Castellón, Illes Balears, Región de Murcia, Alicante y València, aportando y dando lo mejor de sí para que todo salga bien, para asegurar un correcto y suficiente abastecimiento de la población. Esto es lo que nos han contado:

A toda máquina en la fabricación y distribución de agronutrientes, bioestimulantes y fitosanitarios 

Camino García, ingeniera agrónoma y directora de Relaciones Institucionales y Comunicación en Asociación Española de Fabricantes de Agronutrientes (AEFA),

Nuestra compañera Camino nos informa de que las empresas de agronutrientes y bioestimulantes están funcionando sin ningún tipo de problema. Eso sí, “trabajando a destajo para poder atender toda la demanda y que todos los productores se mantengan surtidos”.

Desde AEFA se muestran muy satisfechos por el hecho de que Gobierno dejase claro que su actividad forma parte de la cadena de abastecimiento alimentario, cuya actividad debe garantizarse en la situación de estado de alarma.

Resulta evidente que la nutrición de los cultivos es una cuestión prioritaria para su desarrollo, ya que si no hay aporte de nutrientes en el momento y en la dosis justa la producción se puede ver penalizada, “y eso es un riesgo que hoy por hoy no nos podemos permitir como sociedad”, advierte Camino. Como cuestión preocupante, señalan el repunte de los precios de las materias primas de proveedores extranjeros, del que no son responsables sus empresas. “Nuestra única preocupación es contar con la garantía de suministro y que los incrementos de los precios de los proveedores de materias primas no repercutan en el precio final de nuestros productos”, sentencia nuestra compañera Camino.

Carlos Palomar, ingeniero agrónomo, director general de la Asociación Empresarial para la Protección de Plantas (AEPLA)

Normalidad absoluta después de la aclaración hecha por el Gobierno. Esta es, sin duda, la cuestión más destacable para las empresas de protección de cultivos. Una vez resueltas todas las dudas, “el sector está bien engranado y funcionando sin problemas”, destaca Palomar, para quien es clave “la importancia del buen funcionamiento de la cadena de suministro de medios para la protección de los cultivos. Cuando no hay protección sanitaria del cultivo la pérdida media es del 40%, y eso es algo que ahora no se puede permitir ni España ni Europa”.

En el apartado de preocupaciones está la ralentización de los transportes intracomunitarios y la asignación de prioridades en el control de las importaciones con el fin de evitar la entrada de plagas y enfermedades.

Carlos nos indica que el suministro de fitosanitarios en España “está garantizado” y destaca la responsabilidad de todos los actores del sistema alimentario para garantizar el suministro de alimentos en cantidad y en calidad para toda la población. “Tanto como el sanitario, el sector agroalimentario es clave para encajar esta crisis”.

Si hay agua, hay comida. Las comunidades de regantes, a pleno rendimiento

José Manuel Carrillo, ingeniero agrónomo, delegado del COIAL en Alicante y asesor de comunidades de regantes

Ante la infraestructura más crítica para asegurar la producción de frutas y verduras frescas, volvemos a destacar un mensaje de tranquilidad: “Las comunidades de regantes están funcionando al 100% sin ningún tipo de problemas”. El acceso de los operarios, la garantía de suministro, que incluso algunas comunidades de regantes han diversificado con energías renovables para el autoconsumo, está garantizado y a pleno rendimiento. “Hay agua y esta llega al campo, y si hay agua hay cultivo”, señala Carrillo.

Mariano Soto, doctor ingeniero agrónomo, secretario general de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena

“Las comunidades de regantes estamos jugamos un papel esencial, porque sin agua no se puede producir para asegurar la alimentación de la población. Todos los ingenieros agrónomos y operarios del servicio estamos trabajando para que nada falle”, enfatiza Soto, quien vuelve destacar que la garantía de alimentos “la da el regadío: si hay agua, hay comida”.

Al respecto del funcionamiento, del que no señala ningún tipo de incidencia, Soto aprovecha para subrayar todo el esfuerzo que han hecho las comunidades de regantes, las administraciones y los ingenieros agrónomos en la modernización e incorporación de las nuevas tecnologías a los sistemas de riego. Gracias a esto, el control y la gestión se pueden ejercer de forma telemática. Es decir, además de reducir y optimizar el consumo de agua, permite a los regantes conocer y gestionar su servicio desde casa.

La producción vegetal está atendida y hay suficiente capacidad a pesar de una demanda que se ha disparado

Miguel Ángel Carrillo, ingeniero agrónomo, asesor de producción en la Vega Baja (Alicante)

“No ha cambiado nada, la producción está atendida. Las explotaciones hortícolas de la Vega Baja están a pleno rendimiento y se está atendiendo todos los pedidos. Se está suministrando a España y a Europa sin problemas”, destaca Carrillo. La realidad es que hay “cortes” todos los días, lo que garantiza el acceso a verdura fresca en el mercado.

Por señalar algún contratiempo, apunta que debido a la limitación del libre movimiento de personas, se ralentizan las llegadas a campos y a centrales. Es decir, se tarda más en llegar y arrancar, pero se llega y arranca con normalidad. Por otra parte, también señala que se han extremado las medidas de seguridad: “Antes íbamos los ingenieros y los capataces juntos a supervisar y planificar trabajos, y ahora vamos por separado para eliminar el contacto entre personas”. Finaliza señalando que si tenemos “los inputs de la producción garantizados (nutrición, protección y agua) tal y como lo están en la actualidad, no hay ningún problema para seguir produciendo”.

Jorge Brotons, ingeniero agrónomo, director de compras de Bonnysa Agroalimentaria

“La situación está controlada a pesar de que la demanda está muy por encima de lo que es habitual. Pero se está trabajando con normalidad”, informa nuestro compañero.

En una empresa donde se produce tanto producto para consumo en fresco como transformados, Brotons refiere el esfuerzo técnico que se está haciendo para optimizar toda la producción: “Con una demanda que supera con creces la normal, es necesario vigilar hasta el más mínimo detalle para que no se pierda nada. Tanto en producción como en transformación, que son nuestras actividades, se está sirviendo todo”.

Por otra parte, Jorge refiere una práctica que es generalizada en todo el sector: “Estamos extremando las medidas de seguridad de los trabajadores”.

Jerónimo García, ingeniero de producción del grupo SAT MOYCA

“En la parte productiva del sistema alimentario no estamos teniendo ningún problema”, afirma con rotundidad nuestro compañero, quien añade que los inputs “están todos garantizados y se está atendiendo la demanda sin ningún problema”.

La única práctica que han tenido que modificar ha sido la de los desplazamientos de los trabajadores y los equipos que se necesitan en campo, que ha habido que adaptar debido a las medidas de seguridad impuestas por el estado de alarma.

Finalmente, apunta que les ha generado un regusto amargo “la bajada de la demanda de productos de alto valor añadido. Si bien es verdad que nada tiene que ver con la garantía de suministro para toda la población, es una cuestión que esperamos ver recuperada cuando finalice esta crisis”.

La producción animal, totalmente atendida. Bienestar y producción garantizados

Sara Ruiz, ingeniera agrónoma del Departamento de Proyectos, Prevención y Medio Ambiente de Nanta

“El abastecimiento de alimentos para animales no se va a alterar. No solo no hay ningún problema en el suministro de piensos, sino que con las medidas aprobadas por el Gobierno, este servicio, al igual que el transporte de los animales a los mataderos, está garantizado por ser prioritario”.

De esta forma, los animales tienen asegurada la alimentación, que es el único servicio básico para garantizar su bienestar que no depende de la instalación. Y por otra parte, tampoco se va a ver alterada la producción de carne porque los animales van a poder seguir llegando a matadero.

De puertas adentro, la preocupación por las condiciones de seguridad y salud de los trabajadores vuelve a marcar la agenda de la empresa: “Hemos reforzado y adaptado nuestras medidas preventivas para garantizar la salud de nuestros empleados”.

La industria alimentaria se ha ajustado para atender un pico de demanda sin precedentes

Pedro Colomina, ingeniero agrónomo. Coordinador de proyectos de Cárnicas Medina (Valencia)

Nuestro compañero nos relata que la producción “no ha sufrido ningún contratiempo a pesar de que la hemos incrementado en un 50%”. Los ingenieros agrónomos de las industrias alimentarias han tenido que afrontar un trabajo sin precedentes para poder ajustar los sistemas productivos a la demanda real del mercado.

El proceso de optimización de nuestros compañeros, de prácticamente todas las industrias, quedará como una gesta a estudiar en el futuro. Las industrias han sido capaces de ajustar sus procesos productivos para racionalizar el trabajo, optimizarlo y maximizar la respuesta. Ello ha pasado por poder ajustar el número de referencias a la demanda existente en el momento. En este caso, Pedro explica que en vez de fabricar todas las referencias, “se han priorizado las de más demanda, pero cuando se restablezca el consumo normal, la oferta volverá a ser como antes”.

Germán Palop Gil-Mascarell, ingeniero agrónomo, director de operaciones de la Cooperativa de Carlet

Lo primero que destaca Germán es el ejemplar funcionamiento que ha tenido el sistema como conjunto, y cita con especial énfasis a los transportistas: “Sin ellos, nuestro esfuerzo no hubiese servido de nada”.

Como experto en operaciones en la industria alimentaria, nos comenta que esta crisis ha supuesto “una revolución organizativa sin precedentes que ha demostrado la resiliencia de todo nuestros sistema, que ha acreditado una capacidad de adaptación extraordinaria”. La prioridad es siempre la protección del trabajador, por lo que la organización del trabajo gira toda alrededor de esta premisa: “Equipos separados, distancias, regímenes de desifección, adaptación al teletrabajo… Todo con el fin de garantizar la seguridad y salud de nuestros trabajadores”.

Por último, Germán destaca el espontáneo movimiento solidario y organizativo entre directores de operaciones de la industria en general: “Se han creado grupos de Whatsapp para compartir experiencias, recomendaciones, consejos. Sin ninguna duda, un aprendizaje colectivo que está redundando en el beneficio de todos”.

Los almacenes logísticos mantienen la capacidad

Un par de compañeros que han preferido no identificarse nos indican que la logística “está funcionando perfectamente y está manteniendo una muy buena capacidad de adaptación”. La contribución de los almacenes frigoríficos y de congelación, los silos y los almacenes no climatizados está jugando un papel vital en la gestión de esta crisis. Son “los pulmones de un sistema que ha tenido que esprintar mientras corre un maratón”.

Nuestros compañeros se muestran contundentes sobre el servicio a particulares: “El suministro para el consumo doméstico no va a tener ningún problema”, aunque muestran cierta preocupación por los agentes del canal Horeca, que debido a su cierre “van a tener que buscar alternativas en plena tormenta”.

La distribución, la correa de transmisión de un sistema que ha funcionado

Enric Navarro, ingeniero agrónomo, miembro del Consejo de Administración de Mercavalència y de la Comisión Permanente Ejecutiva. Empresario agrario

“Como empresa no estamos teniendo ningún problema para abastecer a nuestros clientes intracomunitarios y está quedando más que claro que somos la despensa de Europa”, arranca Enric con orgullo.

“Mirando el comportamiento de nuestro sistema, es ahora cuando se ve la importancia de tener un conjunto productivo vivo y activo, con estructuras de distribución como Mercavalència, que permite la capilaridad del suministro de alimentos”, ilustra Enric, que conoce de primera mano el funcionamiento de la entidad. “Se debe destacar que en menos de 24 horas podemos servir la producción entre dos puntos cualesquiera de nuestra geografía”.

Esta agilidad y versatilidad del sistema alimentario, que va del aporte de insumos hasta el consumidor, ha permitido encajar a la perfección las distorsiones que se han producido en la demanda. Además, enfatiza Navarro, “es un sistema que no deja a nadie fuera, gracias a mercados como el de la Tira de Contar”.

“En esta ocasión los ingenieros agrónomos hemos estado a la altura de nuestro código deontológico, que no es otro que el de garantizar la comida a toda la población. De este fin viene todo lo demás, la aplicación de la ciencia y la tecnología, pero sin ninguna duda, ese fin está en nuestro ADN y lo hemos demostrado” remarca nuestro compañero.

Silverio Tarazona, ingeniero agrónomo, director técnico del complejo Mercavalència

“Esta crisis nos ha convertido en una especie de ‘héroes de lo cotidiano’. Ahora es más fácil hacer ver y entender el papel de un sistema alimentario que funcione”, reflexiona Tarazona.

Según nos informa, el esfuerzo ha sido enorme en Mercavalència para garantizar la seguridad de los trabajadores, de los que traen las mercancías y de los que se las llevan. Además “se ha desarrollado una labor sin precedentes de auscultación de nuestras instalaciones técnicas para que nada falle, para que todo funcione con la precisión de un reloj suizo”, situación que sin duda se ha repetido en todas las industrias alimentarias de nuestro territorio.

Silverio nos comenta que la reacción de la demanda “se ha podido encajar, pero esta reacción no tiene demasiado sentido, aunque se entiende por el miedo, porque el sistema que garantiza el suministro de alimentos tiene capacidad sobrada para abastecer a toda la población. No obstante, parece que estamos volviendo a la normalidad, con demandas totalmente previsibles”. Buenas noticias desde el mayor centro de distribución de alimentos de nuestra geografía.

Felipe Medina, doctor ingeniero agrónomo, secretario general técnico en la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (ASEDAS)

Nuestro compañero Medina arranca sus declaraciones con un agradecimiento: “Lo primero, quiero hacer un reconocimiento mayúsculo a los trabajadores de los supermercados. En unos momentos tan complicados en los que el estrés y el miedo se apoderaron de la población, dieron la cara y tuvieron un comportamiento ejemplar de servicio público”.

Al respecto de la gestión técnica de la crisis, estima que si bien es verdad que hubo casos de roturas de stock, “las medidas adoptadas por los supermercados para garantizar a tiempo real las prioridades de los ciudadanos han sido extremadamente eficientes. El logro técnico para conseguir esto seguro que será objeto de estudio, ha sido como ajustar la mecánica de un Ferrari que circula a 250 km/h”, señala Medina.

Según los datos que se han manejado, se ha vivido un pico de demanda sin precedentes. Un cambio en el consumo muy brusco motivado, entre otras cosas, por el factor psicológico del temor al confinamiento.

Al respecto de la situación actual, Felipe nos avanza que estamos “volviendo paulatinamente a la normalidad, por lo que, si en el pico no ha habido problemas de suministro de alimentos, en la situación de normalidad todavía menos. La población ha comprendido que el suministro de alimentación no va a ser un problema durante esta crisis”, sentencia.

También nos informa de que los cambios en el servicio que han aplicado los supermercados han sido motivados para garantizar la seguridad sanitaria de los trabajadores y clientes, facilitar las labores de reposición y, sobre todo, para tener más margen de tiempo para desarrollar las labores de limpieza y desinfección.