La biotecnología será protagonista en la jornada de networking que cierra el cuarto programa experto de AEFA y el COIAL

El avance de la biotecnología es imparable. La nueva legislación comunitaria, que limita el uso de insumos en los cultivos para proteger el medio ambiente, ha provocado una rápida reacción del mercado, que lidera España, y que ha propiciado el crecimiento de un sector dinámico e innovador. Hace seis años que el COIAL y la Asociación Española de Fertilizantes y Agronutrientes detectaron un gap que a día de hoy se ha reducido considerablemente: la falta de expertos en este campo. A ello ha contribuido definitivamente la creación del Programa Experto en Agronutrientes y Bioestimulantes, de carácter bienal, que este año ha cumplido su cuarta edición.

Los cuatro programas han generado una élite de expertos españoles en biotecnología que han reforzado el liderazgo de las empresas españolas. Lo pudimos comprobar a principios de este mes en el Congreso BioAg, celebrado en Río de Janeiro: las empresas españolas de biotecnología son caramelitos para las grandes multinacionales, porque atesoran valiosos recursos de experiencia y conocimiento.

Gran cita de antiguos alumnos y empresas

El COIAL, en cuyo ADN está ser el nexo de unión del sector agroalimentario, ha convocado para el próximo 15 de junio una jornada de trabajo a la que acudirá la élite que hemos citado: alumnos de los tres programas anteriores y del que está a punto de concluir, las empresas en las que trabajan, que se están beneficiando de su conocimiento, representantes de la Administración y de los medios de comunicación.

Sobre la mesa, un asunto prioritario: la creación del primer Programa Internacional Experto en Bioestimulantes. Una iniciativa que subraya el liderazgo español en biotecnología y que contribuirá a compartir el conocimiento que acumulan sus expertos y sus empresas.

Es necesaria una legislación que siga el ritmo de la innovación

En muchas ocasiones, los grandes avances de las empresas españolas en investigación biotecnológica no encuentran respaldo en la legislación europea, que por una parte restringe el uso de materias activas y se frena el acceso a los medios alternativos.

Por ello, esta reunión también tiene cierto carácter reivindicativo: falta sensibilidad para que la UE se abra a facilitar el desarrollo de estas opciones de origen biológico. Si queremos mejorar el trato al medio ambiente y mantener la cantidad y calidad de los cultivos para alimentar a una población creciente, es absurdo pegarse tiros en los pies.