Partners27/11/2019

La idoneidad de los ingenieros agrónomos en el diseño de la industria alimentaria

El primer punto para asegurar la seguridad alimentaria

A nadie se le escapa lo extremadamente importante que resulta el poder asegurar que los alimentos que consumimos son sanitariamente seguros.

Como en toda gestión de riesgos, el poder asegurar, o poder afianzar hasta límites tolerables seguros, la seguridad de nuestra comida es el resultado de superponer distintas «capas» de seguridad, con el objeto de conseguir que los puntos negros o errores que puedan evitar una medida, queden descubiertos en la siguiente. Porque en seguridad alimentaria no se puede fiar todo a una única medida – por muy efectiva que parezca ser -, sino que es el conjunto de muchas medidas la que aporta seguridad y fiabilidad al sistema.

En este caso, toca hablar del diseño de la industria alimentaria como punto de partida de la seguridad de los alimentos que en ella se producen.

Se trata, quizá, de la medida pasiva más efectiva de la que dispone la industria alimentaria para luchar contra los temidos patógenos. Y en este punto recordamos las famosas y populares frases de nuestros profesores de microbiología, higiene y seguridad: «es necesario conocer bien a todos los patógenos para saber cómo evitarlos». Porque si, los ingenieros agrónomos son los únicos ingenieros con formación específica en estas disciplinas, lo que supone una garantía para la empresa y, sobre todo, para el consumidor. Los ingenieros agrónomos son los únicos que conocen al enemigo para poder ganarle.

Esta intensa formación en el diseño de la industria alimentaria permite conseguir soluciones que minimizan las condiciones de proliferación de patógenos, diseños de las edificaciones para que sean fáciles de mantener en condiciones de asepsia, que los recorridos sean los adecuados para evitar riesgos, sin olvidar la eficiencia energética del proceso y el máximo respeto a la calidad intrínseca de los alimentos. Por eso agradecemos tanto la tecnología que desarrollan partners tecnológicos como MC, que nos ofrece opciones de vanguardia para nuestros diseños, como los materiales para revestimientos y que suponen un grandísimo avance en la seguirdad e higiene para nuestra industria.

Coincidimos con la premisas de MC, que es la de desarrollar materiales que soporten las más altas exigencias en sus procesos, estando expuestos a entornos sensibles y con alto riesgo de contaminación: materiales corrosivos, contaminante, temperaturas extremas, impactos y que superen los controles de calidad y sanitarios más estrictos.

En este caso, comparten con nosotros su reciente caso de éxito en la aplicación de sus tecnologías en una quesería en la que procesaban únicamente materias primas procedentes de granjas de agricultura ecológica para producir unos quesos extraordinarios. En este proyecto se requería un sistema de fácil limpieza, mantenimiento, alta resistencia, aséptico, bajas emisiones, compatibles con entornos alimentarios o resistentes a UV. De esta forma, los sistemas de recubrimiento se adaptaron a los diferentes impactos que variaban considerablemente entre las áreas de almacenaje y de expedición, las áreas de procesado y de maduración, y las áreas de embalaje y distribución.

Se optó por revestimientos de suelos basados en la tecnología Kinetic Boost de MC-Floor Topspeed, que además se adaptan a los tiempos cortos de parada de producción. De esta forma, en un fin de semana se pueden aplicar sistemas completos en entornos desde 2ºC a 35ºC, incluso con humedad ambiental y en el propio soporte de hormigón, situación muy común en la industria alimentaria debido a los estrictos protocolos de limpieza continua.

La ingeniería y la tecnología al servicio de la seguridad alimentaria.