31/03/2023

La ganadería y la nueva normativa para mejorar el bienestar animal en las granjas

Este mes hemos estrenado en España una normativa para mejorar el bienestar animal en las granjas. El BOE ha publicado un real decreto que compila varias modificaciones de normas, ya en vigor, y crea algunas nuevas herramientas con el fin de mejorar el bienestar animal en las granjas y facilitar los controles oficiales que llevan a cabo las autoridades competentes.

Desde el COIAL nos preguntamos hasta qué punto esta normativa modifica la situación actual y cuáles son sus principales ejes. Para calibrar el alcance y la profundidad de estos cambios hemos contactado con Arantxa Villagrá, una ingeniera agrónoma que es investigadora en producción animal, en la línea de instalaciones de bienestar animal. Desde que empezó en la profesión, Arantxa busca alternativas o mejoras para que las instalaciones impacten lo menos posible en el bienestar del animal.

Muchas referencias a termas burocráticos

“Es un real decreto que a nivel de granja no cambia nada de forma sustancial. Hace bastante más referencia a temas burocráticos: se va a tener que llevar un libro de registro de bienestar animal para documentar más y mejor lo que pasa en las granjas. Por ejemplo, se regulan los sacrificios de urgencia o se pide más precisión en la descripción de peleas de animales, que en el caso de los cerdos es un problema relativamente grave porque son jerárquicos. También se piden informes más exhaustivos para los casos de mutilaciones. Al ganadero o a los veterinarios les va a complicar la vida, pero creo que si se acostumbran les ayudará a concienciarse. Aunque he de decir que tanto unos como otros son los más interesados en mejorar”, afirma Arantxa Villagra.

La especie que más se regula en este real decreto es la porcina. En concreto, se incrementa la superficie mínima de espacio en los lugares de crianza. “Han regulado incrementos de espacio de hasta el 33 % por individuo según segmento de peso, y han contemplado uno nuevo, el de más de 110 kilos. También han regulado modificaciones en los emparrillados de suelo, han incrementado el porcentaje de fibra en el total de la dieta como ya ocurría con otras especies y han puesto límite a las concentraciones de amoníaco y CO2”, enumera Villagra.

“Cuestiones muy tratadas desde el punto de vista científico”

Para esta ingeniera agrónoma, “toda la nueva regulación referente a cerdos es positiva, porque son cuestiones muy tratadas desde el punto de vista científico y que generan consenso. Los límites de amoníaco y CO2 son límites más que lógicos. Y en la parte de porcino, los espacios necesitaban esa ampliación porque a veces, tumbados en descanso total, los animales necesitaban más espacio”.

Otro de los puntos fuertes de este real decreto es la designación de un centro de referencia a nivel nacional. Para Arantxa, “la designación del IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias) como centro de referencia nacional es positivo para que las funciones estén claras. Una de las funciones de un centro de referencia es ser interlocutor con el ministerio, y eso facilita mucho la gestión de la burocracia. Al centralizar todas las incidencias que se derivan de esta normativa, la información que llegue al ministerio van a poder trabajarla de manera más eficiente. Será un buen interlocutor en Bienestar Animal. Además, el IRTA está muy unido a la Universidad Autónoma de Barcelona, donde también hay muchos especialistas en la materia”.

“La anterior normativa no está implantada por completo”

Para finalizar preguntamos a nuestra compañera sobre si el alcance de esta nueva normativa es ambicioso. “Hay un gran problema con la normativa de bienestar animal, y es que la que hay no está implantada por completo. Es difícil hacer normativas nuevas si no se cumplen las que están en vigor. Desde el propio ministerio son conscientes de que necesitan hacer cumplir la que hay. Quizás por eso, este real decreto es el primero con régimen sancionador. La intención del legislador es afinar lo que había quedado colgando y garantizar que las normativas se cumplan para luego seguir reformando. Se han dejado reformas fuera pero creo que es un buen camino dar algunas facilidades, que se pongan por escrito determinadas cuestiones y reescribir puntos que no estaban muy claros. Con muy poquito se puede mejorar el bienestar del animal”.