Partners05/04/2019

La importancia del manganeso y el zinc en la floración de los frutales y cítricos

Nuestro partner Cultifort nos habla de los diferentes requerimientos nutricionales que tiene estos cultivos.

Al llegar la primavera comienzan a realizarse de forma intensa, en frutales y cítricos, los procesos fisiológicos que originan un crecimiento en grosor y longitud de ramas y de tronco, y la aparición sucesiva de los diferentes estados fenológicos relacionados con el desarrollo. En cada uno de ellos, la planta tendrá diferentes requerimientos ambientales y nutricionales. En este artículo nos centramos en la importancia del manganeso y del zinc en esta etapa.

En prefloración encontramos el órgano floral con algunos estados como hinchados, oreja de ratón, yema verde, yema roja y estadio de balón.

La función principal del manganeso, en la planta, es la activación de enzimas responsables de importantes procesos metabólicos. Éste se absorbe en forma de ion Mn +2, por las raíces y hojas, mediante un proceso que demanda energía.

Durante el proceso de formación de la flor, el manganeso interviene en la germinación del polen y el crecimiento del tubo polínico.

La deficiencia de manganeso es un factor limitante en suelos ácidos y con un alto contenido orgánico. Los síntomas iniciales de su deficiencia son una clorosis internervial, tanto en hojas jóvenes como viejas, asociada a unas manchas cloróticas que posteriormente se necrosan.

Por su parte, el zinc activa las enzimas responsables de la síntesis de ciertas proteínas. Es utilizado en la formación de clorofila y algunos carbohidratos, y en la conversión de almidones en azúcares; su presencia en el tejido foliar ayuda a las plantas a resistir las bajas temperaturas. Es fundamental en la formación de auxinas, mismas que coadyuvan a la regulación del desarrollo y a la elongación del tallo.

El zinc se absorbe en forma de ion  Zn+2, en forma de quelato más comúnmente. Su disponibilidad es mayor en suelos con pH ácido.

En la formación de la flor, el zinc favorece la formación y viabilidad del polen.

Los síntomas característicos de la deficiencia de Zinc son la decoloración internervial de la parte media de la planta, disminución en el crecimiento de las hojas y acortamiento de los entrenudos, produciéndose enanismo de la planta. Estos síntomas son fáciles de detectar en árboles frutales.