01/04/2019

Nuestro partner ASCENZA nos acerca a conocer el perfil de una de nuestras colegiadas, la ingeniera agrónoma Nuria Pascual

«En un futuro incluso los sistemas de riego se podrán controlar desde el móvil pero hay que pisar campo»

Su carrera siempre ha estado vinculada a la investigación y al agua. Primero con el Centro Valenciano de Estudios sobre Riego (CVER) y luego con la propia Universitat Politècnica de València (UPV) donde empezó sus investigaciones para mejorar la eficiencia en el uso de agua en un cultivo minoritario a nivel mundial pero muy significativo para los agricultores de la zona de L´Horta Nord (Valencia); la chufa ya que, explica “todavía es uno de los pocos cultivos rentables para el agricultor valenciano”.

Y por  sus investigaciones en este cultivo, que persigue ajustar las dosis de riego a las necesidades reales reduciendo el volumen de agua aplicada, ha logrado el premio de la Sociedad Internacional de Ciencias Hortícolas.

Nuria Pascual también está involucrada en la investigación de estrategias de riego deficitario para mejorar la eficiencia hídrica en cultivos hortofrutícolas como el pimiento, la cebolla, la coliflor y la sandia, junto  al  IVIA y Cajamar.

-Recientemente has sido galardonada con el premio de la Sociedad Internacional de Ciencia Hortícolas por los estudios para mejorar la eficiencia hídrica en un determinado cultivo, ¿En qué consisten éstos y cómo reducirán el consumo hídrico?

El premio es por un estudio en concreto pero a él no se llega si antes no has realizado los estudios previos sobre los que he estado trabajando. Mi tesis fue probar distintas estrategias de riego para probar la eficiencia en el uso del agua de riego.

-Una vez esté el estudio en este cultivo ¿es extrapolable la investigación a otro tipo de cultivos como el cereal, olivo, vid o cítricos por ejemplo?

El estudio, que ha sido premiado y que está financiado por la Generalitat Valenciana, está en su primer año. Se trata de las conclusiones preliminares. A día de hoy la Generalitat está financiando el proyecto y esperamos tener unos resultados definitivos que se puedan publicar a finales de 2019.

Pero la investigación no es extrapolable porque la agricultura siempre es una ciencia local y lo que obtenemos con este trabajo es el coeficiente de cultivo. Sabiendo ese coeficiente sabremos el agua exacta que necesita el cultivo en una zona determinada con sus condiciones climatológicas. La chufa al ser un cultivo minoritario que prácticamente solo se cultiva en la zona de l´Horta Nord si no lo estudiamos aquí, no tiene sentido que lo hagan en otro lugar de la Península.

Los cultivos más mayoritarios como cereal, olivo, cítricos si que está muy estudiado cuál es su coeficiente en cada zona climática. No es lo mismo el coeficiente de cultivo de un cítrico en la Comunitat Valenciana que en Andalucía que en otra región del mundo. Por ello, el coeficiente de cultivo siempre es muy local de una zona.

La FAO tiene publicaciones con los cultivos más importantes en este sentido pero la chufa no está recogida entre ellos. A nivel mundial se trata de un cultivo que prácticamente no aparece en las estadísticas pero a nivel local todavía es uno de los pocos cultivos que son rentables para el agricultor de l´Horta Nord.

-¿Crees que se está avanzando para lograr una agricultura sostenible en cuanto a recursos hídricos?

Yo creo que sí. A nivel de investigación es increíble la cantidad de publicaciones que se hacen y se están financiando muchos proyectos con la finalidad siempre de ahorrar agua. Creo que los agricultores están muy concienciados con este tema tanto por la  sostenibilidad ambiental que supone como por el tema económico que les toca.

También depende mucho de la zona. Pero yo creo que tanto a nivel de investigación como a nivel de usuario la conciencia si que está ahí.

También hay que tener en cuenta que el ahorro porque sí tampoco es siempre la mejor solución. Por ejemplo en la zona de L´Horta Nord, gracias a que los agricultores todavía riegan por surcos, aunque ha habido limitación del agua, si los agricultores no utilizan ese agua que viene del río la perdemos porque estamos al lado del mar, no pagan por agua sino por la extensión que tiene la parcela. Al regar por surcos el agua drena hacía abajo y está permitiendo frenar la intrusión del mar.

-¿Queda mucho por hacer todavía?
Siempre hay muchas cuestiones que se pueden mejorar. Por ejemplo en cultivos minoritarios hay veces que el agricultor desconoce todavía ese coeficiente y no sabe cuál es el límite que puede llegar a consumir. Y ahí todavía hay margen de mejora.

En cada cultivo, cada suelo, cada región y cada clima podríamos mejorar el uso del agua pero vamos por el buen camino.

-¿Consideras también los bioestimulantes otros grandes aliados para lograr que los cultivos resistan mejor el estrés hídrico?
He hecho algunas pruebas pero hay que estudiar muy bien el cultivo y el suelo. Desde luego puede ayudar pero hay que ver muy bien el cultivo y el tipo de suelo porque cada circunstancia en la agricultura es muy particular.

Se estima que la población mundial en 2020 alcanzará 7,7 mil millones de personas ¿ Crees que los fitosanitarios juegan un papel importante en la alimentación mundial?
Pueden jugarlo pero es más importante el manejo que se haga de la agricultura. Hace 20, 30 años  siempre se recurría a los fitosanitarios porque parecía que el único objetivo era producir más. Hoy en día esta filosofía ha cambiado porque pensamos en una agricultura sostenible.

El fin de la agricultura ahora es que el agricultor pueda vivir de esto, es uno de los tres pilares de la agricultura sostenible, que sea respetuosa con el medio ambiente, y socieconómicamente se pueda mantener en el tiempo.

-¿Cómo ves dentro de 10 años la agricultura en España?

La veo viva porque es necesaria. Tampoco se muy bien cómo vamos a hacerlo. Se está apostando por una tecnificación y por nuevas tecnologías que siempre pueden ayudar al agricultor. Pero pese a toda la aplicación tecnológica, la agricultura siempre va a necesitar personas que la supervisen porque si no, no avanzaremos.

Puedes tener muchos sensores y ver por el ordenador que tu planta está perfecta pero también puedes ir al campo y comprobar que tu planta no está tan perfecta como pensabas. O también puedes tener todo el cultivo perfecto y controlado y surgir cualquier problema; climatológico, de plagas… y en ese caso hará falta una persona especializada para asacar adelante el cultivo.

– ¿ Y respecto a la eficiencia hídrica?

Yo creo que la gente es cada vez más consciente de la necesidad de realizar una eficiencia hídrica y cada vez vamos a episodios más drásticos climatológicamente hablando.

Vamos a tener que estar preparados para ir afrontando todos estos cambios y en el futuro veo mucha tecnología, muchos tipos de sensores diferentes que nos miden estados de suelo, de planta y que nos van a ayudar a manejar pero siempre vamos a necesitar personas especializadas en este sentido.

Poco a poco, los sensores y la tecnología van a ir bajando de precio y haciéndose más  asequibles para el agricultor.  Las nuevas generaciones de agricultores van a controlar todo esto más. En un futuro incluso los sistemas de riego se podrán controlar desde el móvil pero hay que pisar campo.