“Actualmente, ya no se entiende la modernización de regadíos sin una optimización energética de los recursos”

Con tan solo 31 años, César González Pavón ya es doctor ingeniero agrónomo. Sin duda, un logro importante que nos da pistas sobre su inquietud y su capacidad de trabajo. Confiesa que solo ha hecho una entrevista de trabajo en su vida, en GOTA (Gestión y Organización Técnica Agraria, SL), donde lleva más de seis años como ingeniero agrónomo proyectista. Así que ha tenido que simultanear este trabajo a jornada completa con sus cursos de doctorado y su tesis. Ahora también simultanea este trabajo con otro, el de profesor asociado en el Departamento de Física Aplicada de la UPV. Y sus dos ocupaciones se retroalimentan: “Mi reto es poder dedicarle más tiempo a la investigación en la universidad en el ámbito de la modernización de regadíos con la experiencia que me aporta el mundo laboral privado”.

¿Cómo cree que percibe la sociedad a los ingenieros agrónomos?
No todo el mundo tiene claro a que nos dedicamos. Principalmente se conoce nuestra tarea en la producción agrícola y ganadera, pero se desconoce nuestra participación en la ingeniería, en la mejora genética tanto vegetal como animal o en la industria alimentaria.

¿Cuáles cree que son las claves del éxito en nuestra profesión?
Creo que en la actualidad la formación multidisciplinar que adquirimos en la universidad es relevante para que exista un pleno empleo en los egresados y tengamos profesionales preparados para cualquier empleo de nuestro ámbito.

En las últimas décadas la práctica totalidad de nuestras actividades ha llevado consigo la palabra “sostenible”, lo que implica que cada vez debemos obtener más con menos

¿Cómo se ha conseguido ganar la confianza de los ciudadanos?
Con resultados. Somos uno de los actores principales en la producción de los alimentos que consumimos y su disponibilidad está garantizada. Esa seguridad alimentaria es uno de los pilares de una sociedad desarrollada.

¿Qué hemos aportado a la sociedad a lo largo de las últimas décadas?
Aportamos nuestros conocimientos y experiencia en la materia con el objetivo de cada día generar más cantidad de alimentos con menos recursos. En las últimas décadas la práctica totalidad de nuestras actividades ha llevado consigo la palabra “sostenible”, lo que implica que cada vez debemos obtener más con menos.

Acabas de participar en el XXXIX Congreso Nacional de Riegos. ¿Qué nos puedes contar? ¿Qué es lo que más te ha sorprendido?
Es la primera vez que asisto, y la verdad, ha sido una experiencia que seguro repetiré en siguientes ediciones. Me pareció interesante ese punto de convergencia entre trabajos científico-técnicos aportados por universidades y centros de investigación y la experiencia aportada por la empresa privada. Mi ámbito profesional e investigador está muy relacionado con el regadío, por lo que es imprescindible asistir a este tipo de eventos para conocer la actualidad del sector.

Actualmente, ya no se entiende la modernización de regadíos sin una optimización energética de los recursos

Tienes 30 años, eres doctor y das clases de física…y ¿ahora qué? ¿Cuál es tu próximo reto?
Por suerte, puedo compaginar los dos trabajos; los proyectos en la ingeniería y la docencia en la Universidad. El reto ahora es poder seguir compaginando estas dos actividades y dedicarle más tiempo a la investigación en la universidad en el ámbito de la modernización de regadíos con la experiencia que me aporta el mundo laboral privado.

Ganaste el premio del COIAL a la Excelencia Novel en el 2017, ¿qué consejos darías a un alumno que está pensando por dónde orientar su TFM?
El TFM es la última actividad académica que lleva a cabo un alumno, por lo que debería ser un tema que le entusiasme. Al final se invierten muchas horas de dedicación y si no es un tema con el que estés a gusto, se puede complicar su redacción.

En la Comunitat Valenciana aún tenemos zonas sin modernizar u otras donde las instalaciones de riego ya están obsoletas y requieren de una segunda modernización

¿Por qué decidiste desarrollarte profesionalmente al ámbito de los regadíos?
Siempre me había gustado la rama de ingeniería y en particular los sistemas de riego presurizados. Mi primera entrevista fue en la ingeniería que estoy ahora mismo, en GOTA S.L. y no he cambiado desde 2.017 ni creo que lo haga a día de hoy. El trato con las Comunidades de Regantes me gusta bastante y se ponen sobre la mesa proyectos bastante ambiciosos de modernización de regadíos y energías renovables.

¿Nos puedes dar unas pinceladas del «estado del arte» en materia de ingeniería del regadío?
Actualmente, ya no se entiende la modernización de regadíos sin una optimización energética de los recursos. Todos somos conscientes de la situación que están pasando los regantes con los altos precios de la energía eléctrica, por lo que cualquier proyecto de regadío debe ser una combinación del aumento de la eficiencia hídrica y energética de sus instalaciones.

Mi reto es poder dedicarle más tiempo a la investigación en la universidad en el ámbito de la modernización de regadíos con la experiencia que me aporta el mundo laboral privado

¿Te apetece arriesgarte y contarnos algo que piensas qué va a pasar, tecnológicamente hablando, en este sector?
Hay un tema, del cual no conozco demasiado, que me resulta interesante y es la producción de alimentos impresos. No sé del futuro de este sector, pero si conozco gente que los consume o le da curiosidad. Quizás sea una de las nuevas profesiones donde los ingenieros agrónomos tenemos lugar.

¿Cuáles son las asignaturas pendientes en el regadío valenciano? y la otra cara de la moneda, ¿en qué somos realmente buenos?
Aún tenemos zonas sin modernizar u otras donde las instalaciones de riego ya están obsoletas y requieren de una segunda modernización. Somos realmente buenos en muchos ámbitos, pero del que más conozco, que es el mundo de la ingeniería, somos bastante buenos. En las Comunidades de Regantes donde se han hecho proyectos de modernización, tanto los que he realizado yo como compañeros de otras ingenierías, ha sido más que notable el progreso tanto en manejo del agua como en ahorros económicos. Ver esos resultados te anima a seguir creyendo en la profesión.

¿Qué amenazas acechan a la profesión?
La disponibilidad de recursos hídricos es cada vez más escasa, lo que nos obliga a ser más eficientes en el uso y aplicación del agua de riego. Por otro lado, la pérdida de biodiversidad en nuestros ecosistemas puede afectar de forma considerable a la producción de alimentos.

Sin duda alguna, los sectores que van a marcar nuestro futuro como ingenieros son la agricultura de precisión, las energías renovables y la biotecnología agrícola

¿A qué retos nos enfrentamos?
Como comenté al inicio, hacer más con menos en cualquier ámbito de nuestra profesión. Tanto en el uso del agua, como de fertilizantes u otro tipo de inputs agrícolas. No podremos tener una producción agrícola y ganadera tal y como la conocemos si no somos conscientes de que se deben optimizar los recursos.

¿Cuáles son los sectores de futuro para los ingenieros agrónomos?
Sin duda alguna los sectores que van a marcar nuestro futuro como ingenieros son la agricultura de precisión, las energías renovables y la biotecnología agrícola. Es vital producir alimentos de calidad y económicos.