Partners29/11/2019

La trazabilidad de los cultivos ¿obligación u oportunidad?

Quizá sea la faceta más conocida de los ingenieros agrónomos sea la de dirigir la producción alimentaria de nuestro país. Es verdad que la propia denominación de la profesión ayuda a esta vinculación, pero sobre todo lo es por su histórica y decisiva contribución al avance del conjunto del sector alimentario.
La asunción de tal responsabilidad deriva de la competencia de los ingenieros agrónomos para desarrollar y aplicar herramientas y tecnología en todos los eslabones del sistema alimentario, desde la producción primaria hasta la distribución, y eso implica asumir la responsabilidad en la gestión de la calidad y en la seguridad de los alimentos que consumimos. Tal control de la cadena alimentaria descansa sobre la trazabilidad. Que es la herramienta que permite seguir el proceso de evolución de un producto en cada una de sus etapas: desde incluso antes de plantarse hasta su colocación en el lineal.
De esta forma, los productores de alimentos se enfrentan actualmente a un gran desafío: cultivar de manera segura y responsable los productos que demandan los consumidores. Y aquí viene el gran logro de la nuestra sociedad: tener capacidad de ajustar la oferta a lo que el consumidor demanda. De esta forma los consumidores, inquietados por la relación entre la agricultura con la salud y el medio ambiente, han creado nuevas demandas a los productores de alimentos. La calidad ya no se mide a partir del color y el calibre. Ahora, se exigen también otros factores relacionados con los métodos de producción.
 El nuevo consumidor demanda reducir el impacto del cultivo en el medio ambiente, el uso sostenible de fitosanitarios y un uso más eficiente de los recursos naturales. En respuesta a este interés, se han desarrollado varios programas de certificación voluntaria creados por organizaciones privadas, gobiernos e incluso por los mismos supermercados. Ser capaz de mostrar compromiso con las buenas prácticas de agricultura es esencial para acceder a un mercado cada día más exigente.

La trazabilidad en la agricultura, necesidad y obligación

De la situación explicada, donde los requerimientos por parte de distribuidores, consumidores y administraciones son cada vez mayores, la industria de la alimentación tiene que ser capaz de gestionar grandes cantidades de información sobre sus productos.
Es aquí donde aparece la necesidad de mejorar las metodologías para llevar la trazabilidad en la producción agrícola. Es decir, seguir el rastro del alimento en todas sus etapas.
La trazabilidad del producto no solo es esencial porque es una herramienta muy eficaz de cara a obtener la máxima seguridad y calidad, sino que además es a día de hoy un requisito legal. Desde el 1 de enero de 2005 las empresas de la industria agroalimentaria están obligadas a contar con un sistema de control de trazabilidad. En este reglamento del Parlamento Europeo se fijan los requisitos y principios generales de la legislación alimentaria y, además, se establecen los procedimientos relativos a la seguridad alimentaria.

Pero, para los ingenieros agrónomos, al igual que nuestro Partner Nerthus, la trazabilidad no se debe entender como una obligación legal a la que tenemos que dedicar horas de trabajo, sino que realmente es útil porque trae consigo numerosas ventajas que se acaban reflejando en la cuenta de resultados de la empresa. Como bien hemos dicho, para la empresa puede ser una fuente muy grande información que ayude a aumentar la calidad de los productos y/o analizar las causas que influyen en ella para así posteriormente tomar decisiones más acertadas.

¿Cómo obtener el máximo beneficio a una obligación legal?
Resulta inteligente pensar aprovechar al máximo una trabajo que se debe realizar obligatoriamente; es decir, si por cumplir una obligación legal puedo obtener información de interés para mejorar mi explotación, ¿por qué no lo voy a hacer?. Actualmente, la trazabilidad del producto se puede seguir de forma manual o electrónica. Como de costumbre, emplear un sistema electrónico facilita la recopilación de datos, así como su gestión posterior.

La plataforma Nerthus puede convertirse en una herramienta muy útil, porque reduce hasta un 70% el tiempo de dedicación para complementar la normativa frente a métodos más tradicionales como hojas de cálculo o papel. Pero, Nerthus no es solo un software para agilizar la introducción de los registros que necesita el libro de explotación. Nerthus te permite también enviar órdenes de tratamiento a tus asesorados, tener una base de datos propia y consultar las acciones en tiempo real.

Además, dispone de un acceso a protocolos de cultivo específicos con combinaciones de productos destinados a mercados de alto valor donde se exigen altos niveles de calidad.
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