“Los ingenieros agrónomos podemos ampliar nuestro campo de trabajo especializándonos en innovación”

Jackie Sánchez-Molero es una ingeniera agrónoma que cumple nuestro lema: igual arregla un roto que un descosido. Ha trabajado en dos institutos tecnológicos: Ainia y Aidimme, en una empresa de bioestimulantes, ha dirigido el Mobility Innovation VLC y acaba de ser nombrada gerente de AVIA, el Clúster Valenciano de Automoción y Movilidad. Una trayectoria que le ha hecho transitar por diferentes sectores, pero que siempre ha estado instalada en una transversalidad: la innovación. Además, es estudiante de tercero de periodismo, algo que puede abarcar por su constante inquietud y su habilidad para exprimir el tiempo, porque además tiene dos hijos pequeños. “No veo series y sólo utilizó las redes en el plano profesional”, nos confiesa. Jackie es una experimentada gestora de la innovación, y sobre su especialidad reflexionamos en esta interesante entrevista.

Llama la atención que una ingeniera agrónoma esté al frente de un clúster de automoción.

Lo que tienen las ingenierías, especialmente las del plan antiguo, como es mi caso, es que te dan una base técnica para luego avanzar y crecer sobre ella. Se da la circunstancia de que yo soy de ingeniería rural y, por tanto, he estudiado temas de maquinaria y construcción. También me he dedicado mucho a gestión de la innovación, en mi caso, en la parte de automoción; he trabajado siete años en un Instituto del metal, y los temas tecnológicos de este sector me son muy conocidos.

Mantienes que la innovación no tiene tanto que ver con la materia como con los procesos.

Efectivamente. Creo que hay dos tipos de trabajo diferente o de desempeño profesional unido a la innovación. Una parte, mucho más técnica, mucho más aplicada, mucho más específica que, desde luego, parte de una formación de base de la universidad, pero luego te tienes que especializar mucho por ahí. Y otra parte que tiene más que ver con la propia gestión de la innovación, con la transferencia de tecnología, con esa manera de hacer las cosas. Y eso es una capacidad mucho más horizontal. Vas cambiando de área temática y una vez que ya conoces el vocabulario nuevo, te permite hacerlo. Para mí son dos tipos diferentes de dedicación técnica.

Creo que la Comunidad Valenciana tiene una capacidad estupenda no sólo de investigación, sino también de innovación

¿Podemos establecer algún paralelismo entre las innovaciones que se producen en el sector agroalimentario y el de la automoción?

Creo que se puede establecer un paralelismo con la innovación en casi todos los sectores, incluso el más tecnológico que te puedas imaginar, el 5G. Y, desde luego, el agroalimentario es un sector muy innovador, porque dentro tiene un campo muy amplio. Por ejemplo, en la parte de industrias alimentarias, la innovación está en el día a día: la vemos cada día en el supermercado. La gestión de la innovación tiene unas bases comunes y un espíritu que yo creo que tiene que transmitirse en todas las áreas de conocimiento y desarrollo. Los ingenieros agrónomos podemos ampliar nuestro campo de trabajo especializándonos en innovación

Has trabajado en diversos institutos tecnológicos. ¿Crees que estos centros son punteros en la investigación en la Comunidad Valenciana?

Creo que son punteros, y muchos agentes de innovación en la Comunidad Valenciana tienen también un buen hacer. Además de los institutos tecnológicos, un modelo replicado en otros lugares, existen grupos de investigación procedentes de universidades y grupos de I+D+i propios de las distintas empresas, sobre todo las más grandes, que tienen estos departamentos. Creo que la Comunidad Valenciana tiene una capacidad estupenda no sólo de investigación, sino también de innovación.

¿Cómo de versátiles somos? Porque viéndote a ti…

Creo que los ingenieros en general, y los agrónomos en particular, somos especialmente versátiles. Para mí, el desarrollo profesional es lo más importante. La base que da la carrera es fantástica, y sobre ella puedes construir un desarrollo profesional basado en la tecnología. Sorprendentemente, me encuentro a numerosos agrónomos en mi sector, que no solo es el de la automoción, sino que es muy amplio. En mi caso, trabajo en movilidad, vengo de dirigir el Mobility Innovation Valencia, y tengo que decir que hay bastantes ingenieros agrónomos en este sector, que por otra parte es bastante multidisciplinar: abarca desde la micromovilidad, todos conocemos los patinetes eléctricos, hasta las Smart Cities, donde el vehículo y la ciudad interactúan.

Estamos muy cualificados para abordar cualquier puesto relacionado con gestión y dirección, yo me encuentro bastantes ingenieros agrónomos en esos puestos, pero creo que podría haber más, que debería haber más

Si nos centramos en los biosistemas, ¿qué nichos consideras que están llevando a cabo un mejor desempeño en innovación?

No me gustaría destacar uno, porque creo que aquí la clave de la pregunta es definir qué es innovación. Y es hacer las cosas de un modo diferente para mejorar el proceso en el que estás inmerso o las cosas que estás haciendo. Creo que la innovación se ha dado en muchos sectores dentro de este macrosector, que conozco bien porque trabajé siete años en él: desde la alimentación y las industrias alimentarias hasta los últimos desarrollos tecnológicos que tienen que ver con el campo. Desde vehículos digitalizados, que se pueden programar y funcionan por 5G, hasta drones o los propios vehículos que faenan el campo. Como llevo 22 años dedicada a la innovación, e innovación hay en todas partes, no soy la más objetiva, pero no destacaría un sector frente a otro.

Háblame entonces de las claves para hacer innovación y tener éxito.

Me estás pidiendo la fórmula magistral, ¿eh? Es una piedra filosofal que yo no tengo, pero entre las claves para innovar, la primera es querer innovar, tener voluntad de hacer las cosas de un modo diferente, tanto en procesos como en productos. La segunda es aprender cómo hacerlo. Uno tiene que saber cuáles son sus capacidades. Si eres una empresa pequeña, a lo mejor tienes que ir a algún agente de innovación, y decir ‘Estoy aquí y quiero llegar aquí; ¿cómo lo hago y hasta dónde puedo llegar?’. Y si eres una empresa o entidad más grande, has de orientarte hacia esa innovación, y eso puede significar que reenfoques toda tu manera de trabajar, desde los recursos humanos hasta tu día a día.

¿Hay innovación sin nuevas tecnologías?

Todo intento de innovación debería estar envuelto o estar al día en las tendencias tecnológicas, las tendencias temáticas, lo que se hace en otros ámbitos y en otros países. Creo también que es muy importante aprender lo que se hace en otros sectores. A veces, sin darnos cuenta, estamos muy focalizados en un sector. En mi caso, que he pasado por varios distintos, no estoy tan focalizada como para creer que solo puedo aprender innovación viendo lo que hacen los de mi actual sector; y a lo mejor se puede aplicar la innovación que hacen los de automoción a los biosistemas. Eso creo que también es importante.

En mi caso, trabajo en movilidad, vengo de dirigir el Mobility Innovation Valencia, y tengo que decir que hay bastantes ingenieros agrónomos en este sector, que por otra parte es bastante multidisciplinar

Antes te he preguntado por los nichos en los biosistemas donde crees que se está innovando mejor. Si vamos a lo concreto, ¿hay algún caso de éxito reciente que, por lo que sea, te ha llamado la atención en innovación de ingenieros agrónomos valencianos?

Llevo muchísimos años muy vinculada a sectores muy tecnológicos y muy emparentados con la movilidad y el metal, relativamente alejados de los biosistemas. No obstante, de las últimas tendencias, creo mucho en las tecnológicas. Tienen que ver con desarrollos directos para el campo. Las tecnologías 5G están experimentando un desarrollo bárbaro, lo aplicamos mucho en movilidad, y eso se aplica cada vez más al día a día de la agronomía.

¿Crees que hay pocos ingenieros agrónomos en el campo de la gestión y dirección de equipos, que también es una de tus facetas profesionales? ¿Crees que debería haber más?

No creo que haya pocos, yo me encuentro bastantes, pero creo que podría y debería haber más. Estamos muy cualificados para ocupar cualquier puesto relacionado con gestión y dirección. Ahora bien, también creo que hay que aprender y especializarse sobre el tema. Cuando uno termina una carrera, y creo que no sólo pasa con la de ingeniero agrónomo, necesita esa especialización en gestión, en dirección, en un montón de cosas, esa preparación posterior es necesaria. Y por supuesto, con esas premisas, claro que podría haber máscompañeros en gestión y dirección. Yo estaría encantada.

En los últimos años he tenido la oportunidad de trabajar en proyectos que yo pienso sinceramente van a ayudar a mejorar la calidad de vida de mucha gente. Y eso es una cosa que me ha permitido la ingeniería

Vamos casi a sobresalto diario en avances tecnológicos a escala mundial. Ayer mismo, los jefazos de la inteligencia artificial salieron diciendo: ‘Cuidadito que hemos creado un monstruo que puede acabar con la civilización’. Da un poco de miedo todo. Tú, como especialista en innovación, ¿hacia dónde crees que se encamina nuestra civilización?

Como soy una persona muy positiva y quiero confiar en la raza humana, quiero pensar que nos vamos a dar cuenta de que es necesaria la sostenibilidad para conservar lo que tenemos. Y que vamos a saber utilizar todas esas tecnologías, como la inteligencia artificial y cualquiera de las nuevas que van saliendo, en pro de conservar el único planeta que tenemos. Hay que mejorar el tejido industrial, porque es necesario mejorar las condiciones en las que todos vivimos, y a su vez luchar por la sostenibilidad. No tengo la bola de cristal, pero convierto esto en un deseo de saber hacia dónde vamos y me gustaría pensar que vamos a utilizar todas esas herramientas para avanzar.

¿Cómo puede la ingeniería colaborar para que esto deseo que expresas en voz alta se haga realidad?

De muchas maneras. En los últimos años he tenido la oportunidad de trabajar en proyectos que pienso sinceramente que van a ayudar a mejorar la calidad de vida de mucha gente. Y eso es una cosa que me ha permitido la ingeniería. Me gusta poder utilizar conocimientos técnicos de gestión, de dirección y demás para hacer de este planeta un sitio un poquito mejor. Sobre todo, por las generaciones que vienen detrás, porque los que ya tenemos cierta edad no nos vamos a enterar. Quiero pensar que no va a pasar nada a cortísimo plazo. Y también quiero pensar que estamos abriendo puertas y caminos para los que vienen por detrás.