“Cada día son más las empresas que trabajan en la implantación de las TIC en el campo“

Uno de los talones de Aquiles de nuestro sistema productivo es la escasa transferencia de conocimiento desde la universidad a la empresa privada. Los centros educativos son conscientes de ello, y en muchas ocasiones animan a sus investigadores a fundar empresas que pongan en el mercado el fruto de su trabajo. Es el caso de la Universidad Miguel Hernández, Telenatura y Antonio Ruiz Canales, un compañero con una amplia trayectoria docente que está al frente de esta empresa que ofrece a los productores tecnologías para aplicar la agricultura de precisión a sus cultivos. “Es una manera de poner en valor la investigación, el desarrollo y la innovación que se genera en las instalaciones de la UMH”, afirma Ruiz Canales.

¿Cómo cree que percibe la sociedad a los ingenieros agrónomos?

En principio, creo que hay un gran interés en la sociedad por las materias en las que trabaja o investiga el ingeniero agrónomo (agronomía, medio ambiente, agricultura, sostenibilidad o ingeniería, entre otras), pero quizá no se conoce en profundidad el ámbito potencial del ingeniero agrónomo. Creo que es necesaria mucha pedagogía por parte de nuestro sector para darnos a conocer a la sociedad en sus diversos ámbitos: tecnológicos, culturales, sociales y políticos.

¿Cuáles cree que son las claves del éxito en nuestra profesión?

Creo que hay una mezcla de dos aspectos fundamentales. En primer lugar, multidisciplinariedad, es decir, que nuestra profesión abarca muchos ámbitos del conocimiento científico, muchos de los cuales acabo de citar. Por otro lado, oportunidad. Desde mi punto de vista, muchos de los ámbitos en los que se mueve nuestro sector están vigentes. Yo creo que siempre lo han estado en mayor o menor medida porque el sector agroalimentario es un sector muy estratégico. Pero en la actualidad está más en vigor por su relación con los grandes retos a los que se enfrenta la humanidad: cambio climático, escasez de recursos como el agua, la energía y los fertilizantes, sostenibilidad, soberanía alimentaria, contaminación del planeta o éxodo rural.

Hay nuevas tendencias en la agricultura, como la permacultura o la agricultura ecológica, que se están intentando imponer porque son más sostenibles medioambientalmente y permiten adaptarse y luchar contra el cambio climático

¿Cómo se ha conseguido ganar la confianza de los ciudadanos?

Yo creo que es una labor muy diversa. Los ingenieros agrónomos hemos actuado en ámbitos muy variados y ello nos ha hecho estar presentes en muchos sectores de la sociedad. No sólo la parte de desarrollo profesional y de I+D+i, sino en el sector docente a todos los niveles educativos e incluso en el sector empresarial. Ello ha contribuido a que se nos conozca más. Aun así, debemos seguir trabajando en esa línea y afrontar los nuevos retos globales.

¿Qué hemos aportado a la sociedad a lo largo de las últimas décadas?

Entiendo que principalmente, un enfoque muy particular respecto a los principales retos y problemas globales que se han planteado durante este período. Coincido con lo expuesto en algunos foros y cito algunos de los más relevantes: hemos aportado innovación y tecnología para un desarrollo rural sostenible, desarrollo en gestión y proyectos en la agroalimentación 4.0 o tecnologías similares. También se han desarrollado nuevos productos para nuevas demandas relacionadas con la logística, la distribución y la comercialización.

¿Podemos afirmar que se ha acabado la era de la agricultura de costumbre, estimación y decisión?

Desde mi punto de vista, no. Creo que esa agricultura, digamos clásica, es un referente para la agricultura actual y futura. De hecho, se sigue manteniendo en la mayor parte del mundo. Esto no quita para afirmar que hay nuevas tendencias en la agricultura, como la permacultura o la agricultura ecológica, que se están intentando imponer porque son más sostenibles medioambientalmente y permiten adaptarse y luchar contra el cambio climático. Estas maneras menos convencionales de plantear la agricultura tienen todavía ciertos retos, principalmente económicos, para que sean competitivas.

La creación de una spin-off es una manera de poner en valor la investigación, el desarrollo y la innovación que se genera en las instalaciones de la UMH

Has desarrollado buena parte de tu carrera profesional como docente en la UMH. ¿Cómo surgió la idea de crear Telenatura, una empresa dentro de la universidad que ha acabado siendo una spin off?

Realmente, la propuesta inicial fue la creación de una spin-off teniendo en cuenta todo el bagaje en experiencia e investigación del que partíamos mi grupo de colaboradores en la UMH y otras universidades españolas. Esta propuesta fue promovida por la Fundación Universitas Miguel Hernández, del Parque Científico de la UMH. Ellos fueron los que nos animaron a la creación de empresas a partir del I+D+i que generamos los grupos de investigación de la UMH. Es una manera de poner en valor la investigación, el desarrollo y la innovación que se genera en las instalaciones de la UMH.

¿Qué grado de conocimiento tienen los agricultores de las herramientas que ofrece la agricultura de precisión?

Cada vez es mayor el grado de conocimiento que tienen los agricultores sobre las herramientas de agricultura de precisión; otra cosa es que lo apliquen plenamente y de una manera óptima y le saquen el máximo rendimiento. No obstante, se hace un esfuerzo importante por parte de las administraciones en las labores de divulgación de estas herramientas. Quizá sea la creencia de que hay que hacer una alta inversión inicial, los hábitos culturales adquiridos y otras razones adicionales, como no verlos como necesarios, lo que hace que los agricultores no las apliquen con más frecuencia.

Si tuvieras que explicar en cien palabras las herramientas que puede ofrecer Telenatura para mejorar la explotación de los cultivos, ¿qué dirías?

Telenatura se dedica a la elaboración de hardware y software y la prestación de servicios de ingeniería en el ámbito del medio ambiente, los recursos naturales y la agricultura. La empresa ha desarrollado una serie de productos y soluciones de aplicación de las TIC al medio ambiente, energía y recursos naturales y agricultura que facilitan las labores de gestión y automatización. Se parte de diferentes tecnologías de captura y presentación de datos, como fotogrametría, teledetección o sistemas de información geográfica con dispositivos de campo —sensores de suelo, planta y clima—, actuadores y otros elementos adicionales. Estos elementos intercambian datos mediante sistemas de telecontrol y toda esta información es gestionada por un software que lo integra en un dispositivo. Últimamente estamos incorporando gestión en la nube e inteligencia artificial (IA).

Cada vez es mayor el grado de conocimiento que tienen los agricultores sobre las herramientas de agricultura de precisión; otra cosa es que lo apliquen plenamente y de una manera óptima y le saquen el máximo rendimiento

¿Somos pioneros en España o en la Comunitat Valenciana en la creación de sotfware o hardware para la implantación de TIC en el campo?

No creo que seamos pioneros, pero sí que tenemos un ámbito de aplicación de estas tecnologías, el agroalimentario, que puede abrir nuevos nichos de mercado. El desarrollo del hardware y el software en el sector industrial está mucho más extendido que en el sector agroalimentario. Esta carencia es una oportunidad para desarrollar nuevas herramientas para la automatización, el telecontrol, el hardware y el software en este sector. Cada día son más las empresas que trabajan en la implantación de las TIC en el campo y muchas empresas TIC de otros sectores apuestan por su adaptación a la agroalimentación.

¿Se puede dar una estimación de porcentajes de mejoras de rendimiento y ahorro de insumos gracias a la agricultura de precisión?

Pues si nos centramos en el ahorro de insumos, que es donde más suelo trabajar con mis colaboradores, estamos hablando de cifras de ahorro de agua, energía y fertilizantes que, en general, oscilan entre en 10 y el 40%. Seguramente se pueden alcanzar valores mayores, pero eso depende de las circunstancias específicas de cada instalación. La mejora del rendimiento en muchos casos también va asociado al ahorro de insumos, con lo que las cifras de mejora de rendimiento también van en esta línea.

¿Cómo definiría la evolución que ha experimentado nuestra profesión en las últimas décadas?

Creo que ha experimentado un crecimiento importante debido a la alta demanda para cuestiones medioambientales relacionadas principalmente con la política agraria común (PAC) de la Unión Europea. Esta legislación agraria europea va asociada a la legislación medioambiental global, que comprende cambio climático, reducción de contaminación, control de insumos, agroecología o soberanía alimentaria. Una mayor legislación medioambiental implica más investigación y desarrollo de estas facetas y consecuentemente, más necesidad de técnicos en la materia.

Al igual que en otras profesiones, en la ingeniería agronómica se está produciendo un éxodo considerable de profesionales a países con mejores salarios

¿Qué amenazas acechan a la profesión?

Quizá la mayor amenaza es la precariedad laboral. No es para todos los profesionales, pero sí hay un sector importante que recibe salarios bajos comparado con la formación que ha recibido. No sé si esta situación es global o se da con mayor incidencia en España. Sí es cierto que, al igual que en otras profesiones, se está produciendo un éxodo considerable de profesionales a países con mejores salarios. Otro problema, desde mi punto de vista, es la excesiva burocratización, que hace que la economía se ralentice. Y un último problema podría ser el intrusismo. Hay profesionales que hacen competencia desleal.

¿A qué retos nos enfrentamos?

Los mayores retos son los retos medioambientales globales, varios de los que se han citado previamente: adaptación y lucha contra el cambio climático, reducción del consumo de insumos, principalmente agua, energía y fertilizantes, abastecimiento de alimentos para la población mundial, mantenimiento de la biodiversidad y aquellos objetivos de desarrollo sostenible, ODS, relacionados con el medio ambiente y la agroalimentación.

Con la implantación de las TIC, las cifras de ahorro de agua, energía y fertilizantes pueden oscilar entre el 10 y el 40%

¿Cuáles son los sectores de futuro para los ingenieros agrónomos?

Enumero algunos de los más señalados, desde mi punto de vista: gestión sostenible de los recursos (agua, energía, fertilizantes), mejora de las especies animales y vegetales para adaptarlas a las nuevas condiciones ambientales y mejora de la biodiversidad, autosuficiencia alimentaria, reducción de la huella de carbono y de la contaminación, desalinización de agua energéticamente sostenible y digitalización del sector agrícola.