“Nuestra tecnología sirve para reducir el desperdicio alimentario y a nadie se le puede escapar que es una cuestión prioritaria en la lucha contra el cambio climático.”

La productividad agrícola en la región mediterránea puede verse reducida debido a las temperaturas extremas, a las reducciones y mayor irregularidad en las precipitaciones o al mayor riesgo de sequías y de otros eventos extremos. ¿Están integrando ya ese tipo de información en sus decisiones? 

Es verdad que nos encontramos ante unas condiciones climáticas cambiantes e incluso extremas en algunos casos. Para que la productividad agrícola no se vea drásticamente dañada hay que ir anticipándose a los acontecimientos. En Decco Ibérica estamos siempre en proceso de innovación para poder agregar valor en cada paso de la cadena de suministro de alimentos y así, pese a que se vea afectada la productividad agrícola, la calidad de los productos se mantenga.

¿Están demandando ya sus clientes soluciones ante los nuevos retos que se les presentan? 

Claro, mantenemos una relación estrecha con nuestros clientes, escuchamos sus problemas y necesidades. De esta forma, tomamos la iniciativa en el proceso de innovación. Nuestro objetivo es y será ayudar a nuestros clientes a ser más eficientes y eso es una de las piedras angulares para conseguir la sostenibilidad.

¿En qué modo, desde su posición en el mercado, creen que pueden colaborar en la adaptación al cambio climático del sector agroalimentario y en los necesarios esfuerzos de mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero?

Nuestra tecnología sirve para reducir el desperdicio alimentario y a nadie se le puede escapar que es una cuestión prioritaria en la lucha contra el cambio climático. No tiene sentido producir, con el gasto de recursos que implica, para acabar tirando a la basura.

Pero nuestro compromiso además apunta a soluciones sostenibles y tecnología más eficiente. De hecho, en Decco nos anticipamos a la “tendencia verde” que ahora reclama el mercado: llevamos apostando por productos de Residuo Zero desde 2012 con la línea de productos DeccoNatur.

Por otra parte nuestro compromiso no es solo mediante nuestros sino también en su fabricación. Hemos ido adaptando nuestras instalaciones para reducir al máximo nuestra huella de carbono e hídrica. Ser eficientes en todos nuestros procesos es una de las vías que nos deben conducir a todos en la lucha contra el cambio climático. Reducir, Reutilizar y Reciclar, tres cuestiones absolutamente imprescindibles que forman parte de nuestro ADN como empresa.

¿Qué prioridades identifican en su sector para la investigación científica en relación con la mitigación y adaptación al cambio climático? 

Es imprescindible conocer con total precisión la huella de carbono e hídrica de los productos agroalimentarios. Necesitamos saber cuál es el coste ambiental de tirar una naranja o un kaki a la basura, que no llegue a consumirse.

Por nuestra parte, seguiremos invirtiendo en I+D+i para alargar al máximo la vida útil del alimento sin alterar sus propiedades y hacerlo de la forma más sostenible posible.

¿Saben que en España existe un Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, aprobado en 2006, donde el sector agrario es considerado uno de los sectores clave? 

Sí, lo conocemos e intentamos hacer una adaptación progresiva en la empresa conforme marca el PNACC. La adaptación al plan requiere trabajo, por tanto es más a medio-largo plazo, sobre todo en el sector agrario, un sector que necesita tiempo para lograr cambios de tal envergadura.

¿Han consultado alguno de los informes publicados en el marco de dicho Plan sobre el estado actual del conocimiento en impactos y vulnerabilidades del cambio climático en el ámbito agrícola y ganadero español? 

Si, claro. Para diseñar la estrategia de la empresa necesitas estar informado de todo tu entorno.

¿Creen que es necesario una mayor labor de difusión de esos trabajos?

Toda difusión es poca.

De hecho, a veces se considera que los productos postcosecha pueden ser perjudiciales, cuando es todo lo contrario. No solo respetamos las normativas sino que ayudamos a que nuestras frutas y verduras permanezcan más tiempo en mejor estado evitando el desperdicio alimentario.

¿Conoce cuáles son los objetivos de reducción que afectan a la cadena agroalimentaria?

Si, conocemos los objetivos. Pero ya no solo hay que conocerlos, sino actuar en conjunto para llegar a alcanzarlos. No llegaremos a ningún sitio sin “trabajo en equipo”, el de toda la cadena.

¿Qué papel cree que debe desempeñar su empresa en esta hoja de ruta? 

Hacer bien las cosas en “casa”, ayudar a nuestros clientes para que sean más eficientes y divulgar el papel de nuestra tecnología.

¿Han iniciado ya acciones en el seno de su empresa para alcanzar los objetivos?

Si, conforme he comentado en alguna de las preguntas anteriores. Es un objetivo sistémico, nos afecta como unidad productiva, como desarrolladores de tecnología, como asesores. Es una cuestión diaria y constante: no podemos emplear más de un litro de agua o más de un KW del estrictamente necesario. Además, nuestra tecnología debe facilitar a nuestros clientes lo mismo, como por ejemplo nuestro equipo SRC (Sistema de Recuperación de Caldos), que patentamos en 2007, que permite minimizar el gasto del consumo de agua en un 80%. Su uso ayuda a los almacenes a reducir los vertidos y a su vez les aporta un ahorro en el uso de fitosanitarios. Un claro ejemplo de su eficacia es que los mayores almacenes citrícolas del país cuentan con un equipo SRC en sus instalaciones.