La fertilización sostenible contra el cambio climático

El COIAL, entidad de la que somos partner, pone en marcha una nueva sección en sus canales de comunicación llamada “Observatorio contra cambio climático”. En ella se destaca que en la región mediterránea se prevé que la productividad agrícola se verá reducida por el cambio climático debido a impactos como los incrementos de las temperaturas extremas, la reducción y mayor irregularidad de las precipitaciones, o un mayor riesgo de sequías y de otros fenómenos extremos. Bajo este contexto se nos pregunta qué estamos haciendo desde JISA en este sentido. La respuesta inicial es que desde mucho antes de que “el cambio climático” se pusiera en primera línea en los medios de comunicación, venimos trabajando en la fertilización sostenible contra él.

La industrialización tiene importantes implicaciones para el clima
Es incuestionable que la industrialización agrícola de las últimas décadas tiene importantes implicaciones para el clima. Bajo este concepto (industrialización agrícola) se pueden vincular aspectos tan complejos de evaluar como la energía requerida en la fabricación de fertilizantes, en la producción y utilización de maquinaria agrícola o en el transporte de insumos y cosechas, a las que debemos añadir las emisiones generadas en la producción, elaboración, envasado y distribución de alimentos, modificación de los suelos, etc. Estamos inmersos en una cadena de valor agroalimentario multidisciplinar y tanto en esta como en otras similares, cada uno debe actuar en lo individual para orquestar una solución global. Y ese es nuestro caso, porque también es nuestra responsabilidad.

En JISA vemos a nuestros clientes como socios, ya que si ellos no mejoran su producción y calidad nosotros no tenemos sentido de ser. Pero hay más: al final, todo argumento de rentabilidad económica carece de sentido sin el apoyo del consumidor final, cada vez más exigente y sensibilizado en temas medioambientales. Por lo tanto, en nuestras decisiones de empresa siempre está presente la fertilización sostenible.

En JISA no podemos esperar a que los clientes nos demanden soluciones ante los nuevos retos medioambientales que se les presentan. En nuestro catálogo tenemos una gama de agronutrientes especiales y bioestimulantes agrícolas que aportan soluciones a las consecuencias del cambio climático y a su vez permiten a los agricultores rentabilizar sus producciones a través de una nutrición avanzada y respetuosa con el medio ambiente.

Productos para diferentes cultivos y climas diversos
La visión global e internacional de la agricultura, así como nuestro posicionamiento en los principales mercados agrícolas a nivel mundial, nos ha permitido la formulación de productos para diferentes cultivos y muy diversas condiciones climatológicas. Nuestro equipo técnico de campo está integrado por ingenieros agrónomos que mantienen con nuestros clientes un flujo de información bidireccional, lo que nos permite recoger las nuevas necesidades del sector para transmitirlas a nuestro departamento de I+D+i y poder, a través del desarrollo de nuevos productos, aportar una solución sostenible y rentable para nuestros clientes. Nuestro departamento de I+D+i facilita la transmisión de conocimientos necesarios a nuestro equipo técnico para entender cómo llevar a la práctica estas soluciones desarrolladas por JISA®.

La presencia en mercados internacionales de JISA® nos permite la extrapolación de experiencias y soluciones en zonas de condiciones ambientales de humedad y temperatura extremas y en una gran diversidad de propiedades físico-químicas de suelos. Un producto desarrollado para cultivos en unas condiciones extremas en cualquier zona del mundo será una solución exitosa en su aplicación en un cultivo con necesidades similares a los existentes en Murcia previa adaptación de su manejo. Sucede igualmente al revés, cuando exportamos nuestra experiencia y conocimiento de productos desarrollados en nuestros cultivos, suelos y condiciones ambientales para producir un aumento en la producción y en la calidad de los frutos.

Zonas de alto valor ecológico
Otro factor a tener en cuenta es que en España existen áreas de producción que se encuentran integradas en zonas de alto valor ecológico. Por ejemplo, los Parque Naturales de la Albufera o el Delta del Ebro, con sus cultivos de arroz, o las zonas productoras de frutos rojos como fresas, frambuesas o arándanos, algunas muy cercanas a parque nacionales como el de Doñana o el Paraje Natural de las Marismas del Odiel. Aquí los productos agronutricionales deben estar formulados a la altura que el compromiso con el medioambiente exige.

Pero no perdamos el rumbo, de nada sirve conseguir productos nutricionales eficientes si su uso final no es el adecuado. Aquí volvemos a revindicar la labor de nuestros ingenieros, técnicos y biólogos: unos innovando, y otros transfiriendo esa tecnología a los operadores del mercado. Solo juntos podemos ser eficientes ante un cambio climático que ya hace años está marcando nuestras vidas.